La Diosa de Plata, un galardón con historia

El periodista Benjamín Ortega, padre del comunicador Guillermo Ortega Ruiz, quien fungía como director de la revista México Cinema, instituyó en 1961 el premio “Diosa de Plata”, para estimular los trabajos más sobresalientes de las diferentes especialidades que conforman la industria cinematográfica mexicana.

Ante la imposibilidad económica para continuar con la premiación, el señor Ortega cedió dicho reconocimiento a los socios de PECIME, los que al principio plantearon la posibilidad de que cada trofeo recibiera el nombre de una celebridad que estuviera dispuesta a cubrir su costo.

Gabriel Figueroa, María Félix y Mario Moreno “Cantinflas”, entre otros artistas de esa época, simpatizaron con la idea, sin embargo, el miércoles 13 de junio de 1962, los integrantes de la agrupación acordaron en una asamblea, que PECIME absorbiera los gastos de producción de las Diosas de Plata, situación que hasta la fecha prevalece.

La Diosa fue creada con la combinación de figuras de la mitología azteca. Representa a la Diosa de la Creación, la Fecundidad, las Artes, la Sabiduría y la Perseverancia, de ahí los elementos que la componen: una espiga, una serpiente, un penacho y una tortuga sobre la que se asienta la estatuilla.

Con el paso del tiempo, este premio se ha convertido en uno de los más apreciados e importantes que se otorgan anualmente a lo más sobresaliente en el medio artístico de nuestro país. La estatuilla se elabora en bronce y recibe un baño de plata; su base es de mármol negro.