Del Puño y Letra de Sonia Furió
Sonia Furió es recordada por sus buenas actuaciones en películas de éxito que protagonizó como “El pozo” y “Remolino”, pero también por su gran atractivo físico con el que “trajo de cabeza” a varios galanes y productores de la época de oro del cine mexicano. Junto con Kitty de Hoyos, está considerada como las dos actrices que poseían las figuras más esculturales y admiradas de México, en las que resaltaban sus diminutas cinturas y sus bien torneadas y hermosas piernas.
A sus encantos naturales Sonia sumaba talento, el cual demostró desde su primera aparición en el cine mexicano, en el que debutó a la edad de 17 años en la película “Y mañana serán mujeres”, dirigida por uno de los más prestigiados directores surgidos en nuestro país, Alejandro Galindo.
Sonia llegó a México con su familia procedente de Alicante, España, su país natal, a la edad de 3 años. Su padre los trajo huyendo de la guerra civil española. Ya instalada en nuestro país, muy pequeña dio muestras de su inclinación por el arte y a muy corta edad empezó a estudiar en la escuela de actuación de la ANDA.
Su inicio como actriz ocurrió en el teatro de aficionados, pero su talento fue descubierto rápidamente por un productor de cine que, a pesar de su muy corta edad, no dudó en hacerla debutar en el drama familiar “Y mañana serán mujeres”, cobijada por una pléyade de figuras de la época como Rosita Quintana, Roberto Cañedo, María Gentil Arcos, Maruja Grifell, Sara Guasch, Jaime Fernández, Antonio Bravo, Oscar Ortiz de Pinedo, Olivia Michel y Alberto Catalá.
A esta primera incursión en el cine le siguieron discretas participaciones en las películas “El médico de las locas” (1956) y “La faraona” (1957) en ésta última trabajando al lado de su compatriota Lola Flores. Su primer papel protagónico lo logró en la cinta “El campeón ciclista” (1957), al lado de Tin Tan. La cinta tuvo un atractivo extra, el duelo de belleza entre Sonia y Kitty de Hoyos, actrices a los que la crítica de la época describía como “los cuerpos perfectos”.
Con Tin Tan también participó en “Refifí entre las mujeres” (1958), “El cofre del pirata” (1958) y “Vagabundo y millonario”. Con Viruta y Capulina se apuntó dos sonados éxitos taquilleros con “La sombra del otro” (1957) y “Se los chupó la bruja” (1958). Sin embargo, su gran oportunidad de demostrar su capacidad histriónica se dio en “Los desarraigados” (1960), al lado de Pedro Armendáriz, Ariadne Welter y Agustín de Anda.
En su amplia filmografía sobresalen títulos como “El pozo”, “Remolino”, “La cárcel de Cananea” y “El deseo en otoño”. Esta deslumbrante artista de singular belleza fue amiga de los socios de PECIME y ahora compartimos con ustedes el texto que escribió, de su Puño y Letra, para la agrupación: