Celebra Héctor Bonilla la inscripción con Letras de Oro “Al Movimiento Estudiantil de 1968”, en el Palacio de San Lázaro

Héctor Bonilla califica como “un gran logro de la democracia”, el proyecto de decreto recientemente aprobado por el Pleno de la Cámara de Diputados, que ordena inscribir con letras de oro frases alusivas “Al Movimiento Estudiantil de 1968” en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro.

“Es un gran logro de la democracia y lo celebro sinceramente. Si me invitan a la ceremonia, ahí estaré presente”, expresó el protagonista de “Rojo amanecer”, uno de los largometrajes más polémicos en la historia del cine mexicano, el primero en hablar abiertamente de los trágicos sucesos del movimiento de 1968 y la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

En entrevista con PECIME, Bonilla consideró que era necesario reconocer y perpetuar de manera oficial la memoria del movimiento estudiantil y los hechos del 2 de octubre de 1968, por cuanto “fueron definitivos para lograr en 50 años la apertura democrática de las instituciones que hoy ejercen el poder político en México”.

“El Muro reconoce a quienes restauraron la República durante la Reforma, y a los que establecieron los cimientos de una nación moderna, con libertad, democracia, igualdad, en la Revolución Mexicana. Ahí están también las instituciones públicas y académicas más relevantes, y las de instrucción castrense, a las que ahora se sumará con justicia el Movimiento de 1968 en México. Era necesario reconocer y perpetuar su memoria”.

Héctor Bonilla recordó que 1968 fue un año en que surgieron varios movimientos y manifestaciones antiautoritarias alrededor del mundo, como por ejemplo en Pakistán y en Francia, país donde ocurrió el llamado “Mayo del 68”, que consistió en protestas conjuntas entre estudiantes y trabajadores.

En el caso de Estados Unidos –mencionó- hubieron manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam y protestas por el asesinato de líderes pro derechos civiles como Martin Luther King, “pero México fue el único país donde el movimiento estudiantil, originado a partir de la represión e intervención militar y policial en instituciones educativas, se convirtió en tragedia”.

La película “Rojo amanecer” fue rodada y editada en la clandestinidad (de manera casi secreta) en la réplica de un departamento de Tlatelolco, que se instaló en una bodega al sur de la capital mexicana, en un ambiente en el que prevalecía la censura del gobierno de México hacia ciertas expresiones artísticas, como películas consideradas polémicas y con un silencio oficial hacia los hechos tanto del movimiento, como de la matanza del 2 de octubre.

https://www.youtube.com/watch?v=GvnBaGmutc8

Una vez terminada, “Rojo amanecer” tuvo que afrontar una censura velada por parte de las autoridades cinematográficas del país, quienes pusieron trabas burocráticas a su exhibición. Finalmente, el 18 de octubre de 1990 y ante la crítica de algunos medios, se permitió la proyección de la película al público general en 28 cines de la Ciudad de México, con igual número de copias y una permanencia de 6 semanas en cartelera.  Dirigida por Jorge Fons, fue un éxito de taquilla​, inusual en las producciones mexicanas del momento.

“Aunque en su momento generó opiniones encontradas, pero positivas en cuanto al valor de su contenido y crítica social, la cinta planteada como la metáfora de una tragedia griega, permitió que varias generaciones posteriores a los sangrientos acontecimientos en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco pudieran observar, por primera vez, la barbarie ocurrida el 2 de octubre de 1968.

“Hubo mucha gente que no se enteró de lo que había sucedido en Tlatelolco y mucha confusión, incluso los del ejército desconocían quienes eran los del guante blanco”, dijo Bonilla, al tiempo de recordar que cuando se estrenó la película, “la gente rompía las puertas de los cines, para poder entrar a verla y enterarse de la realidad de los sucesos”.

Con guión de Xavier Robles y Guadalupe Ortega Vargas, autores de “Bengalas en el cielo” (título original de la historia que dio pie a la realización de “Rojo amanecer”), la película dirigida por Jorge Fons, incorporó la fotografía de Miguel Garzón y música de Eduardo y Karen Roel. Fue producida y financiada por Héctor Bonilla (en sus primeras tres semanas de rodaje) y Valentín Trujillo, quien aportó recursos para concluirla (en su cuarta semana). Su edición estuvo a cargo de Sigfrido García (hijo).

El director Jorge Fons con Héctor Bonilla

“Fue muy difícil su financiamiento, el dinero que aporté de mis ahorros, se acabó en tres semanas. En esas circunstancias, y en gesto por demás solidario, el director Mario Hernández me trajo las escrituras de su casa para poder continuar la financiación y fue él quien me contactó con Valentín Trujillo, que finalmente aportó recursos para concluir la cuarta semana del rodaje”.

María Rojo, Héctor Bonilla, Ademar Arau, Jorge Fegan, Bruno Bichir, Eduardo Palomo, Carlos Cardán, Demián Bichir y Martha Aura, integraron el reparto de “Rojo amanecer”, “sin cobrar y por amor a México y al cine”.

 TEXTO: PECIME