Editorial
Los retos en la Cultura y el Cine Mexicano
La virtual presidenta electa de México, Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, designó en días pasados a los secretarios del gabinete legal que la acompañarán en la labor de construcción del segundo piso de la 4T para los próximos 6 años. Los nombres de los funcionarios dados a conocer causaron una grata impresión en la opinión pública que reconoce en ellos preparación, conocimiento, trayectoria y deseos de cumplir cabalmente con las tareas que la futura mandataria del país les ha encargado.
Una de las cosas que más aplauden a la doctora Sheinbaum, es que en su equipo de trabajo nombró a varias mujeres en cargos importantes, lo que además de establecer una paridad de género habla del empoderamiento de todas ellas para enfrentar, junto con la próxima presidenta de México, los grandes retos que implica dar continuidad a los programas y proyectos emprendidos en la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el caso particular de la cultura, medio en el que se desenvuelve PECIME (Periodistas Cinematográficos de México, A. C.), agrupación que en 2025 cumplirá 80 años de haber sido fundada por el escritor, poeta, periodista y crítico de cine, Efraín Huerta, “El gran Cocodrilo”, y medio siglo de alentar con su Premio Diosa de Plata al cine mexicano, saludamos la designación de la historiadora Claudia Curiel de Icaza, como Secretaria de Cultura del Gobierno Federal. Con su nombramiento está el deseo sincero de que la Cultura logre expandirse a todos los rincones del país, en cualquiera de las manifestaciones del arte: la pintura, la escultura, la música, la danza, la poesía, la composición, el teatro, la escritura, la creación artística y el cine.
Es en esta última rama del arte, el cine, en donde seguramente esta semana se dará a conocer el nombre de quién estará al frente del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y es de esperarse que el funcionario designado o designada tenga la sensibilidad para escuchar a los distintos integrantes de la industria, algo de lo que carecieron los actuales funcionarios.
No se trata de señalar a quienes ya se van, simplemente apuntar que una de las graves deficiencias que evidenciaron fue no saber escuchar ni valorar a quienes realmente buscan con su labor hacer que el cine nacional trascienda. Se presume que el año anterior se filmaron más de 200 películas, pero cuántas de ellas lograron el objetivo de volver a situar a nuestro país en el plano internacional.
Es de esperarse y ojalá que así suceda, que el próximo encargado o encargada del Instituto Mexicano de Cinematografía sea una persona que conozca de cine, de sus problemas y de sus posibles soluciones y no se limite, como ha venido ocurriendo, a simplemente administrar y seguir el camino de lo que anteriores administraciones han hecho.
Es menester reconocer que no todo fue malo en la actual administración ya que se terminó con los fabulosos negocios que se hacían en aras de apoyar al cine mexicano, especialmente las fastuosas ceremonias en las que estaban involucrados conocidos actores y juniors que, aprovechando sus relaciones obtuvieron de anteriores gobiernos, federal y local, importantes cantidades de dinero para hacer festivales y premiaciones en las que curiosamente se premiaban a “los cuates”.
En este momento, en PECIME, observamos que varias de esas personas que antes hicieron negocios personales empiezan a asomar la cabeza esperanzados en que sus nombres y “popularidad”, les abran las puertas en la nueva administración para volver a obtener las prebendas económicas que les permita revivir sus premios los cuales solamente sirvieron para ganar dinero, sin aportar nada positivo al cine mexicano.
En ese sentido es importante que la designación de un funcionario en el área de cine recaiga en una persona que tenga un amplio dominio y conocimiento de la industria cinematográfica y de sus verdaderas necesidades, que evite el regreso al pasado y que impulse un verdadero proyecto en el que tengan cabida quienes realmente tratan de hacer trascender a nuestra cinematografía. Para ello es necesaria también una reestructuración total de los organismos culturales y del área fílmica, que permita desterrar vicios que aún ejercen funcionarios que por años han permanecido en este medio sin hacer una aportación importante al cine nacional.
En PECIME saludamos la designación de la historiadora Claudia Curiel de Icaza al frente de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, y consideramos que su juventud será un elemento importante para desterrar viejos vicios en el ámbito de la cultura y, por ende, de la industria del cine mexicano.