“El panorama del cine mexicano es perverso, por un lado la directora del IMCINE habla de una producción récord de 238 películas el año pasado, pero no se dice quiénes las hicieron, qué sindicato de trabajadores participó en su rodaje y en qué condiciones los hicieron laborar y si alguna de las historias que se filmaron tuvo repercusión mundial. Lo anterior es parte de la visión que el cineasta, Carlos González Morantes, secretario general de la Sección de Autores y Adaptadores, tiene sobre los problemas que afectan al cine mexicano y que, lamentable, dijo, se han agudizado en los últimos años.
El director y productor de cine y televisión, quien a lo largo de su carrera se ha caracterizado por su compromiso social, señala, además, que la Ciudad de México se ha convertido en un sitio de alquiler para filmaciones, sin que nadie exija a los productores acreditar su labor con un contrato de trabajo, o mostrar documentos que acrediten a qué empresa pertenecen.
“He hablado con el Director de la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, a quien le he hecho estas preguntas y no ha sabido darme una respuesta. La realidad es que productores privados, IMCINE y la misma Secretaría de Gobernación hicieron espacios de libre albedrío. Ninguno de ellos lleva un registro, laboral, sindical y migratorio de quienes son los que filman en el país.
“México se ha convertido en tierra de nadie, cualquiera viene y sin los más mínimos requisitos filma 3 semanas y se va llevándose su producto sin que se sepa si pagó impuestos o cuotas al Seguro Social.
“En este momento hay como cuatro o cinco filmaciones en la colonia Roma la cual se ha ido convirtiendo en una colonia de extranjeros, porque 4, 5 o más personas, de distintas nacionalidades, se juntan y alquilan una vivienda y allí viven todos, desde ahí trabajan”.
González Morantes, quien está al frente de uno de los sectores creativos de la industria fílmica nacional, como es la Sección de Autores y Adaptadores, fue claro al señalar: “No estamos en contra de que se realicen filmaciones en nuestro país, lo que tratamos es de que las autoridades tengan un control de las empresas productoras, que sean serias y legales y que se proteja socialmente al trabajador mexicano.
En este sentido el realizador de “Tómalo como quieras”, “Nocturno amor que te vas”, “Crepúsculo rojo” y “La derrota”, entre otros trabajos cinematográficos, alertó: “pareciera que estamos regresando a los tiempos de la esclavitud ya que empresas productoras que no se sabe si están legalmente constituidas, están imponiendo a los trabajadores mexicanos jornadas de más de 16 horas sin que se les pague tiempo extra y, lo peor de todo, sin que cuenten con ninguna protección social”.
Recordó recientes casos de trabajadores mexicanos que participaban en una filmación en Tijuana, Baja California y que después de jornadas de más de 16 horas, de trabajo, fueron obligados a trasladarse a otro sitio de la filmación en auto lo que ocasionó que el conductor se durmiera y provocara un accidente que les costó la vida, sin que la empresa, hasta el momento, se haya hecho responsable de los gastos y pagado alguna indemnización.
En un ejercicio de autoanálisis, González Morantes reconoció que por muchos años los gremios de cine mexicanos, agrupados en el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), cometieron el error de cerrarse al ingreso de nuevos elementos, con lo que se creó la imagen de que sus líderes eran dictadores ya que no permitieron la renovación.
“Hemos pagado caro el costo de ese error y hoy en día estamos rectificando al abrir las puertas de la Sección de Autores y Adaptadores a las nuevas generaciones, sin más requisito de que comprueben con un título haber estudiado en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), de la UNAM, o en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC), también de la máxima casa de estudios, o bien que acrediten haber realizado 2 o 3 cortos”.
El cineasta dijo que las nuevas autoridades del Trabajo, de Cultura y de IMCINE deberán poner atención a lo que está sucediendo en el cine mexicano ya que, de no hacerlo, dijo, en cualquier momento van a haber consecuencias graves, no es exagerado lo que estoy diciendo”.
Comentó que en una reunión reciente que tuvieron varios integrantes de la industria fílmica con la Senadora Susana Harp, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores le expusieron la situación anterior y dijo que la legisladora escuchó atenta sus planteamientos.
“Los que participamos en el cine, tenemos confianza de que en la siguiente administración se pueda poner orden en la industria por el bien del cine mexicano y por el bien de los trabajadores”, dijo finalmente.