Felipe Marino, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC) y de una de las secciones que lo conforman, la de Técnicos y Manuales (STyM), cerró con broche de oro la celebración del 78 aniversario de ambos organismos gremiales, a los que sumó el de los estudios Churubusco, lugar en donde sus agremiados han escrito brillantes páginas al participar en la filmación de películas de la época de oro y del nuevo cine mexicano, así como en superproducciones internacionales que se han visto en las principales pantallas de todo el mundo.
En el marco de los festejos por dichos acontecimientos, el dirigente reconoció la labor de agremiados que han dedicado gran parte de su vida a contribuir a enaltecer la cultura fílmica nacional. Al trabajador, Humberto Escamilla Zamarripa, le dedicó palabras de elogio por 64 años de participación ininterrumpida en producciones cinematográficas nacionales y extranjeras.
Lo mismo hizo con el trabajador Aurelio Rubí Millán a quien entregó un reconocimiento por más de 60 años de labor sindical en la industria fílmica nacional e internacional.
Felipe Marino tuvo también la deferencia de entregar al representante de PECIME un reconocimiento por los 78 años de vida de la agrupación que fundara el periodista, escritor, poeta y crítico de cine, Efraín Huerta, quien fue conocido como “El gran Cocodrilo”.
El dirigente hizo lo propio con los Estudios Churubusco, complejo que también está llegando a su 78 aniversario por lo que su director, Erwin Neumaier, recibió de Felipe Marino un reconocimiento alusivo a dicha festividad.
Felipe Marino, quien se ha preocupado por conjuntar cada vez más a la comunidad cinematográfica, también preparó un reconocimiento para el Instituto Mexicano de Cinematografía cuya titular, María Novaro, nuevamente brilló por su ausencia mostrando, una vez más, su desprecio por todo acto que tenga que ver con sectores del cine lo cual ha sido una característica de su mala gestión.
La fiesta por el aniversario 78 del STPC, el STyM y los estudios Churubusco, se llevó a cabo en el foro A del mencionado complejo cinematográfico en donde se ofreció un brindis, se cantaron las mañanitas y los asistentes, miembros de la comunidad fílmica, celebraron en grande dichos eventos.
La acertada gestión de Felipe Marino hizo que en los Churubusco se viviera un ambiente de fiesta como antaño ocurría durante la llamada época de oro del cine mexicano por lo que el dirigente fue ampliamente felicitado quien de esta manera cerró con broche de oro los más de 10 días en que se estuvieron celebrando los aniversario con la exhibición de películas, cortometrajes y conversatorios.