A unos meses del fallecimiento del primer actor Ignacio López Tarso, se montó una monumental ofrenda de muertos en la Casa fuerte que perteneció al actor y cineasta Emilio “Indio” Fernández, donde año con año se recuerda a las figuras del cine y la televisión que ya no se encuentran entre nosotros.
La hermosa tradición que existe en México para no olvidar a nuestros seres queridos ya fallecidos y que nos distingue en todo el mundo, está vigente en estos días en la casa estilo mexicano que en vida construyó en la zona de Coyoacán, Emilio Fernández.
Lo anterior no podía ser la excepción para Juan Ignacio Aranda y sus hermanos quienes con una ofrenda dedicada a su padre, decidieron recordar a uno de los actores más apreciados por el público mexicano quien con su talento artístico y don de gente, se ganó la admiración y el respeto de millones de personas.
La temática en la cual se soporta la ofrenda del actor fue la icónica película “Macario”, la cual le trajo a don Ignacio el reconocimiento no solamente de los mexicanos, también a nivel internacional, ya que dicho filme le abrió las puertas al éxito.
Una monumental figura de la muerte vestida con el atuendo usado por el actor Enrique Lucero en dicho filme, recibe al visitante quien de inmediato queda cautivado con la ofrenda, la cual fue ubicada delante de un enorme ventanal de la también llamada Casa fuerte del Indio Fernández.
Recordemos que en el filme el personaje principal le comparte su comida a la muerte, un guajolote en específico, como gesto de buena voluntad y es por eso que bajo los pies de la figura de papel mache, encontramos uno listo para ser degustado, claro que también está hecho del mismo material.
En la ofrenda fue colocada la silla donde se sentaba el actor cuando realizaba el rodaje de una película; también podemos admirar un buen número de fotografías de los personajes que representó en el cine, así como el enorme billete de lotería que salió a la venta para homenajear su trayectoria y quizá, hasta nos atrevemos a decir que la pequeña urna podría contener las cenizas de don Ignacio y el sombrero de charro que usó cuando presentaba su espectáculo revolucionario de corridos.
Sin lugar a dudas que este esfuerzo para mantener nuestras tradiciones y al cual se sumó la familia del finado Ignacio López Tarso, se debe a la entusiasta Citlalli Fernández, nieta del Indio Fernández, quien se echó a cuestas esta enorme responsabilidad de seguir con una tradición que se inició en la Casa fuerte del ‘Indio’ Fernández en Coyoacán, desde hace ya muchos años. Recomendamos a la gente a que acuda a disfrutar de este montaje en estos días de asueto y así mantener vigente esta tradición mexicana de las ofrendas a nuestros muertos.