El sonido en una película llega a ser tan importante como la fotografía, aseguró el cineasta Sergio Olhovich, durante su intervención en el homenaje póstumo realizado para recordar el legado de José B. Carles, considerado el mejor sonidista de la época de oro del cine nacional y pionero de esta especialidad en nuestro país. El evento se llevó a cabo en la Cineteca Nacional.
El ingeniero en sonido fue recordado por familiares y amigos, que tuvieron la oportunidad de trabajar con él en la década de los 60 y 70 del siglo pasado como fue el caso de Sergio Olhovich, el actor José Carlos Ruiz y el secretario general del sindicato de Técnicos y Manuales, Felipe Marino Torres.
Entre los trabajos más sobresalientes en la etapa de juventud del ingeniero Carles, destacan “Los olvidados” de Luis Buñuel, con quien también realizó “El ángel exterminador”. Así también fue el sonidista de “La rebelión de los colgados”, y “Enamorada” con Emilio ‘El Indio’ Fernández y “El rebozo de Soledad”, con Roberto Gavaldón, entre muchas más.
Su pasión por su trabajo lo llevó a ser un innovador en esta especialidad, como lo comentó Felipe Marino Torres, secretario general del Sindicato de Trabajadores Técnicos y Manuales de la Producción Cinematográfica (STyM)
“Fue él quien incluyó el playback en las películas, algo que ahora puede ser normal, pero en esos años, la sincronía del audio y los labios de los actores era todo un reto y él lo logró a la perfección. Fue un gran hombre y dejó marcada una huella importante en el ámbito fílmico del país.
Marino Torres también reconoció que además de un ingeniero innovador, fue un sindicalista ejemplar quien siempre luchó por los derechos de los trabajadores en la incipiente industria del cine que comenzó a forjarse en México a partir de los años 30 del siglo pasado.
“Fue un gran sindicalista ya que el Ingeniero Carles junto con mi abuelo José Marino, crearon la Unión de Trabajadores Cinematografistas en 1934, lo que se convirtió en el año de 1945 en el Sindicato de Técnicos y Manuales. Es por eso que nosotros acudimos con gusto a rendirle un reconocimiento a este gran hombre que vino de España pero que se hizo mexicano con el paso de los años», indicó Marino.
Sergio Olhovich al hacer uso de la palabra indicó que desde su óptica, el sonido tiene tanta relevancia en un filme como lo es la fotografía: “Considero al sonido en el cine tan importante como la fotografía y a veces es hasta más importante que ésta, ya que un diseño de sonido no sólo capta los diálogos de los actores, también los sonidos que se escuchaban durante la filmación que enriquecían los ambientes donde se desarrollaba cada escena», indicó Olhovich.
“Conmigo filmó cuatro películas, La casa del Sur, Coronación, Llovizna y parece también que El infierno del todos tan temido y nos hicimos grandes amigos. Para mí verlo trabajar, siempre fue un deleite porque era común que durante el rodaje él se quedara dormido porque me tocó trabajar con él cuando ya era un hombre grande y yo decía ¡santo cielo!… pero su grabadora seguía funcionando dando vuelta el carrete y pese a esto nunca se equivocó aún dormido”, señaló.
Finalmente José Carlos Ruiz comentó que su debut en el cine fue en la película Viento Negro dirigido por Servando González y en el sonido directo estaba el ingeniero José B. Carles:
“Era una un hombre gordito que descansaba los brazos cruzados sobre su panza y al estilo Jacobo Zabludovski se ponía sus audífonos y cerraba los ojos para captar hasta el más mínimo detalle de todo el sonido que podía escuchar en cada escena, lo que me parecía enigmático, pero quizá esa era su técnica para escuchar cualquier detalle que no le gustaba y hacía repetir la toma”, finalizó.