Dos momentos serán inolvidables para los socios de Periodistas Cinematográficos de México y la relación de amistad que llevamos con Héctor Bonilla. La primera de ellas fue cuando nos hizo el honor de conducir una parte de las Diosas de Plata de 2016, donde reconoció que la entrega de este premio, era motivo de agradecimiento por parte de toda la industria cinematográfica hacia Pecime, por lo emotivas que resultaban tanto para todos los actores nominados, además de que permitía a toda la familia del cine, reunirse una vez al año.
La segunda ocasión que el finado actor tuvo palabras elocuentes para nuestra asociación, se dio cuando se alzó con el premio a Mejor Papel de Cuadro Masculino por su participación en la cinta “Treintona, soltera y fantástica”. Al recibir su Diosa de Plata indicó que ganar el premio que otorga Pecime, era uno de los grandes anhelos que siempre había tenido en su vida.
Se fue tranquilo de esta vida a sus 83 años de edad. Esperaba vivir otros seis más, lo que ya no fue posible, pero reconoció que después de saber que padecía cáncer de riñón, todo lo que tuviera de existencia en este mundo siempre se lo iba a agradecer al destino.
Fue un hombre sencillo que nació en Tetela del Campo, Puebla el 14 de marzo de 1939. Estudió en la escuela nacional de teatro del INBAL. Inició su carrera en 1962 en la cinta, “Jóvenes y bellas” y desde entonces realizó una carrera artística exitosa, con un claro ejemplo de profesionalismo y compromiso con el buen cine.
Recordemos que fue productor y actor de la película “Rojo amanecer”, la primera historia que trató el tema de la matanza de estudiantes en Tlatelolco de 1968, que en esa época donde la censura estaba en su apogeo por parte de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional, fue un acto de valentía que hasta su muerte siempre le fue reconocido.
Su calidad también fue evidente en sus actuaciones para teatro y televisión. El nombre de Héctor Bonilla fue sinónimo de calidad interpretativa. Forjó un prestigio que pocos pueden lograr. Recordamos sus magníficas actuaciones en obras de teatro como “Barnum”, “El vestidor”, “Madame butterfly” y “Almacenados”, sólo por mencionar algunas.
En telenovelas recordamos sus personajes de emisiones como “Viviana”, “Soledad”, “Vanesa”, “La gloria y el infierno”, “La casa al final de la calle”, donde mostró que se podían hacer novelas seriadas de calidad, con historias de interés para el público.
En su vida privada se casó con Socorro Bonilla. Después de divorciarse de la actriz, contrajo nupcias con Sofía Alvarez. Tuvo tres hijos, Leonor, Sergio y Fernando Bonilla.
Descansa en paz, querido Héctor Bonilla