El Exorcismo de Dios, la nueva cinta del director Alejandro Hidalgo (La casa del fin de los tiempos), llegará a más de 500 salas de México a partir del próximo 17 de febrero. Coproducción Venezuela, México y Estados Unidos, el drama de terror que combina lo mejor del género con una historia llena de valor y significado «para satisfacer emocional e intelectualmente a la audiencia», será estrenado simultáneamente en 155 países.
Protagonizada por Will Beinbrink (It: Capítulo 2), Joseph Marcell (El príncipe del rap) y la venezolana María Gabriela de Faría (en su debut cinematográfico), El Exorcismo de Dios está ambientada en un lejano pueblo de México, donde el padre Peter Williams, es poseído por el demonio que intentaba expulsar de una joven y por el que se ve obligado, contra su voluntad, a cometer el más terrible sacrilegio.
Dieciocho años después, tratando de mantener su culpa enterrada bajo los trabajos de caridad en favor de pobres y niños, el sacerdote, enviado como misionero al pueblo mexicano, descubre que el demonio ha regresado para atormentarlo, por lo que se enfrenta a una nueva batalla entre el bien y el mal.
Pero el demonio lo sorprende cada vez en cada posesión de sus diferentes víctimas, por lo que para realizar su trabajo, Williams pide ayuda a otros sacerdotes, que lo acompañan y lo aconsejan durante su misión con una reclusa poseída, una niña llamada Esperanza. Además, el demonio desata una enfermedad mortal entre los niños del pueblo, pero su verdadero fin es otro: poseer el alma de Pedro. Para exorcizar a Esperanza, Peter debe confesar su pecado, pero si lo hace, se condenará no solo a un destino de excomunión, sino a sacrificar su fe, su hogar, su alma y la posibilidad de salvar a las personas que más ama.
Realizada con una inversión de $1.3 millones de dólares, El Exorcismo de Dios, filme cuyo reparto también está conformado por figuras mexicanas como Irán Castillo, Hector Kotsifakis y Juan Ignacio Aranda, y los actores venezolanos Evelia Di Gennaro, Marcella Girón, Patricia Pacheco, Simona Chirinos, Maria Antonieta Hidalgo y Flora Sylvestre, fue filmada en locaciones en la Ciudad de México, entre ellas el Desierto de Los Leones y un monasterio que data del año 1606.
Durante su rodaje de 7 semanas, el equipo de producción y los actores se vieron obligados a lidiar con temperaturas por debajo de los cero grados centígrados. Más de 80 personas participaron en las escenas para las que los realizadores construyeron especialmente un pueblo ficticio llamado “Nombre de Dios”.
Un hogar geriátrico abandonado en el centro de la ciudad de México que fue renombrado como «Estudios Popotla», sirvió para que pudieron crear una amplia variedad de escenarios, principalmente la prisión, pero también la casa de Magali, el hospital, el orfanato y otros dentro del pequeño espacio disponible.
En su deseo de «ofrecer una película de alto impacto, que combinara lo mejor del género con una historia llena de valor y significado para satisfacer emocional e intelectualmente a la audiencia», Alejandro Hidalgo, quien además es el productor y escribió el guión, reveló que continuamente realizó ejercicios de actuación y ensayos para que la construcción de personajes fuera tal y como la imaginó.
Debido al cronograma extremadamente complejo y a la disponibilidad del talento internacional, la fotografía de El Exorcismo de Dios se tuvo que iniciar en Estados Unidos, donde se grabaron las últimas escenas. Estas fueron las más demandantes y complicadas en temas logísticos, además de que tenían que realizarse también por la noche.
En cuanto a la creación de los personajes de El Exorcismo de Dios, Hidalgo reveló que cada criatura paranormal que aparece en la cinta fue diseñada meticulosamente por un equipo de experimentados maquillistas, entre ellos dos artistas que trabajaron previamente en filmes como Annabelle, The Suicide Squad y diversas cintas de Marvel.
Dentro de la producción -especificó- tuvieron a uno de los equipos más creativos para elaborar los efectos especiales. “Cada uno de los equipos e instrumentos utilizados fueron creados en su totalidad por Ángel Cordero, técnico de Efectos Especiales.
Uno de los más sorprendentes que realizó fue la niebla en los exteriores, para lo cual desarrolló un sistema que calentaba glicerina a través de un cable de cobre a su vez entibiado por una antorcha. «Todos los componentes fueron unidos a un trozo de madera: totalmente casero, pero funcionó a la perfección”.
Sobre la música de la película, Alejandro Hidalgo especificó que fue escrita en dos países: Venezuela y Estados Unidos, por los compositores Elik Alvarez y Yoncarlos Medina. “Los compositores trabajaron de forma remota junto con el director para dar vida a la música emocionante, emocional y llena de suspenso», dijo el realizador.
En ese contexto reveló que la partitura fue grabada en vivo por la Budapest Scoring Orchestra en Hungría, agrupación que cuenta con más de 100 créditos en cine y televisión, y es una de las más reconocidas en la industria de música para películas.
Dicha orquesta ha trabajado para el Super Bowl, espectáculos de Disneyland, películas como GET OUT de Jordan Peele, OLD de M. Night Shyamalan y también, en grabaciones con artistas como Stevie Wonder, Michael Bublé, Al Jarreau, David Foster, Gladys Knight, Steve Tyrell entre otros.