Del Puño y Letra de Lilia Prado
-Fue de las primeras actrices en asegurar sus hermosas piernas
-A Pedro Infante le marcó el alto por sus constantes coqueterías
Lilia Prado fue de las primeras actrices en asegurar sus piernas en una importante cantidad de dinero. La artista, junto con Sonia Furió, Silvia Pinal y Kity de Hoyos, poseía hermosas extremidades inferiores las cuales se pueden apreciar en su real belleza en las películas “La vida no vale nada”, en la que trabajó con Pedro Infante, y “Subida al cielo”, en la que fue dirigida por Luis Buñuel.
De hecho, en el filme de Buñuel, una de las escenas a destacar es cuando ella sube a un camión y al pisar los escalones muestra sus bien torneados muslos. Pero más allá de su belleza física, Lilia Prado desde niña mostró gran interés por el medio artístico, como lo demuestra el hecho de que a muy corta edad intentó fugarse de su casa, con una prima, con quien pensaba ir a trabajar a un circo, pero la repentina muerte de su familiar frustró su propósito.
Su afán de incursionar en el medio artístico la llevó a desempeñarse como bailarina pero gracias a participar en un concurso de belleza logró conseguir trabajo en el cine, aunque de extra, en modestísimos papeles. Su suerte cambió a partir de que el periodista, Javier Campos Ponce, la relacionó con productores de los estudios cinematográficos Azteca en donde el director de cine, Juan Orol, le dio su primera gran oportunidad en la película “Tania, la bella salvaje”, en la que alternó con la rumbera Rosa Carmina.
Su debut oficial en el cine se dio en la película dirigida por Joaquín Pardavé, “La barca de oro”, al lado de Pedro Infante a quien, por cierto, la actriz de las piernas bonitas tuvo que marcarle un alto ante sus constantes coqueteos. Resulta que a la muerte de Blanca Estela Pavón, con quien Infante había hecho una mancuerna exitosa en varias películas, entre ellas “Nosotros los pobres”, se buscó crear una nueva pareja artística por lo que a Lilia y Pedro los unieron para trabajar en “Las mujeres de mi general”, “El gavilán pollero” y “Los gavilanes”.
A final de cuentas nunca se supo de una relación sentimental entre ellos y por el contrario llegaron a ser grandes amigos solamente. La trágica muerte de Pedro Infante vino a frustrar otros dos proyectos en los que trabajarían juntos: “El que con niños se acuesta”, que protagonizó Tin Tan, y “Ando volando bajo”, con Luis Aguilar.
La belleza y talento de Lilia Prado no pasaron desapercibidos para el director Luis Buñuel, quien la eligió para protagonizar la película “Subida al cielo”, la cual en el prestigiado Festival Internacional de Cine de Cannes, obtuvo el premio especial de la crítica a la mejor película de vanguardia. A dicho evento, efectuado en Francia, el director aragonés se hizo acompañar de la actriz mexicana.
Lilia Prado tuvo la oportunidad de trabajar en Hollywood pero nunca le interesó aprender a hablar el idioma inglés por lo que rechazó las varias ofertas de trabajo que recibió para incursionar en la meca del cine mundial.
Se casó sólo una vez, con el torero Gabriel España con quien duró solamente dos meses de casada y al término de su matrimonio ella declaro que: “fue una pesadilla”.
Hoy recordamos a esta singular y bella actriz, ganadora de una Diosa de Plata, con las líneas que escribió para PECIME: