El término de la infancia, los celos y la dependencia destructiva entre madre-hijo, son los temas que aborda el director Rodrigo Ruiz Patterson en «Blanco de verano», su primer largometraje de ficción que se estrenó en México el fin de semana.
Protagonizada por Sophie Alexander-Katz, Adrián Rossi y Fabián Corres, «Blanco de verano» llegó a las salas, tras un extenso recorrido por festivales de cine alrededor del mundo, que inició el año pasado como selección oficial del FICM (Morelia), el de Málaga y en Sundance.
La historia retrata la relación entre ‘Valeria’ (Sophie Alexander-Katz) y Rodrigo (Adrián Rossi), quienes deberán enfrentar complejas emociones cuando la infancia se extingue y los deseos de una mujer traen a un meteórico hombre al núcleo de su familia.
Producida por el Centro de Capacitación Cinematográfica, Pimienta Films y Alejandro Cortés Rubiales, la película filmada en los últimos meses de 2018, entre la Ciudad de México y Nextlalpan, Estado de México, «nace de una exploración de mis vivencias», confió Rodrigo Ruiz Patterson, al tiempo de expresar su curiosidad por la reacción que el filme pudiera tener entre el público que acuda a las salas a verla.
El cineasta afirmó que realizarla para él fue experiencia retadora y psicológica, ya que lo confrontó desde el momento en que decidió echar mano de las vivencias del principio de su adolescencia: «Decidí enfocarme ahí e investigar un poco de la persona que fui en esa época a través de los testimonios de mis amigos, de mis familiares, de la gente que me conoció en ese momento…Y luego, a partir de eso, moldear una historia de ficción con otro guionista». Se refirió a Raúl Quintanilla, quien lo ayudó en el proceso de crear personajes reales «que también fueran extraordinarios», comentó.
Cortés Rubiales, productor del largometraje comentó por su parte que «Blanco de Verano» es una película muy universal, capaz de conectar con todo tipo de espectadores. «Desde el inicio de la producción, el objetivo fue mantener la naturalidad y realismo del guión, cuidando siempre la creatividad del autor y a pesar de ser una ópera prima con un modesto presupuesto, está realizada con una calidad y profesionalismo que permite al espectador cautivarse con tan sensible e íntima historia», dijo durante una rueda de prensa virtual hace unos días.
‘Rodrigo’, el personaje central de la historia, interpretado por Adrián Rossi, es un adolescente solitario, rey en el mundo íntimo que tiene con su madre, pero todo cambia cuando ella lleva a vivir a su nuevo novio a su pequeña casa en los márgenes de la Ciudad de México.
A partir de ese momento, el joven se debate entre aceptar a la nueva familia o recuperar el trono, aún a costa de la felicidad de quien más quiere. El actor tuvo que pasar, antes de ser seleccionado como uno de los protagonistas de la película, por una preparación de un mes de cursos actorales y pláticas con Ruiz Patterson para captar la esencia del personaje, «quien no tiene mucha expresión verbal, pero con su mirada y movimientos corporales manifiesta sus emociones».
Al mismo tiempo, Fabián Corres, quien interpreta el personaje de ‘Fernando’, menciona que al momento de leer el guión y encontrarse con la escena de enseñarlo a manejar, sintió una gran admiración hacia un chico que está creciendo solamente con su madre.
«A mí me deja reflexionando que muchas veces los adultos no nos ponemos a pensar en qué tanto nos recargamos y qué tanto hay detrás con las personas que tenemos. Yo les diría a las madres y también a los padres que se den cuenta, analicen y que se den la oportunidad de ver qué tanto de ellos están poniendo, qué tanto de sus faltantes están tratando de cubrir con esa relación y qué tan tóxico puede ser para la persona que tienen a su cargo», reflexionó Sophie Alexander, quien en la trama da vida a ‘Valeria’, sobre las reflexiones que le ha dejado Blanco de Verano.
Sophie Alexander-Katz, Adrián Rossi y Fabián Corres, recordaron cómo los pequeños problemas que, en un principio parecerían insignificantes, son los causantes de los cataclismos que viven sus personajes. Además, la cotidianidad, una en la que cualquier persona podría sentirse identificada, fueron los aspectos que agradecieron como intérpretes.
«Una de las cosas que más disfruté en esta película es que en realidad son escenas completamente cotidianas en las que nos podemos sentir identificados de manera casi inmediata»», confesó Sophie Alexander-Katz, protagonista de cintas como «Si yo fuera tú» y «Solteras».