«Para desahogarme de la muerte de mi amigo, compañero y maestro, Felipe Cazals, manejé por varias horas en la carretera sin rumbo fijo», comentó el destacado escritor Xavier Robles, quien consideró la desaparición del prestigiado cineasta como «una gran pérdida para la cinematografía mundial».
«Con Felipe me inicié en el cine; él acababa de dirigir ‘Canoa’ y me invitó a participar en la película «Las poquianchis’ (1976), otro de sus grandes éxitos cinematográficos. Fui afortunado porque comenzar mi carrera en una de sus películas me permitió no sufrir para incursionar en la industria ni pasar por el noviciado”, dijo.
Xavier Robles recordó que a partir de ese momento inició una relación de trabajo y de amistad con Felipe Cazals con quien colaboró en otras tres películas: «Bajo la metralla» (1982), «Los motivos de Luz» (1985) y «El tres de copas» (1986). «Era un director muy sensible, con mucha visión y talento y una gran capacidad cinematográfica, podía filmar empezando por el final, algo que pocos se atreven.
«Felipe era muy exigente en el trabajo, muy profesional. Durante el tiempo que trabajé con él sólo una vez hubo una desavenencia y sucedió con la historia de la película ‘Los motivos de Luz’. Recuerdo que no estaba de acuerdo con una de las escenas escritas en el guión, pero lejos de pedirme que la quitara, simple y sencillamente me dijo: «Si tú pones esta escena, yo me retiro de la película».
«Así era Felipe Cazals, un cineasta íntegro, comprometido con su trabajo, tuve la dicha de que fuera mi amigo, mi compañero y mi maestro, de él aprendí mucho de lo que ahora sé y se lo agradezco, por eso su partida me consternó y creó que el cine mexicano y mundial perdió a uno de los más grandes cineastas cuya obra fílmica trascendió a nivel internacional», afirmó.
Xavier Robles, autor de «Rojo amanecer», entre otros guiones de exitosas películas, comentó que con Felipe Cazals platicaba sobre realizar una nueva versión de «El tigre de Santa Julia», en la que se había pensado participara la actriz María Rojo. «No nos poníamos de acuerdo porque él quería que fuera una serie y yo una película, pero ahora con su desaparición física el proyecto sólo quedará en eso, en proyecto».
El escritor, guionista y director de cine, quien se fue a vivir al estado de Puebla, recordó con mucho respeto y admiración a Felipe Cazals y envió sus condolencias a su viuda, Eugenia, de quien se puso a su disposición en recuerdo de su gran amigo y maestro. «Lo que necesite, con mucho gusto», dijo finalmente.