Creador de más de 40 películas entre las que sobresalen «Canoa», «Las poquianchis» y «El apando», realizadas en 1976; «Los motivos de Luz» (1986) «Las vueltas del citrillo» (2006), «Bajo metralla» (1983), «Emiliano Zapata» (1970) y el documental «Leonora Carrington o el sortilegio irónico» (1965), entre muchas otras, este sábado 16 de octubre falleció a los 84 años, el director Felipe Cazals Siena, uno de los grandes cineastas de México.
Identificado por sus grandes convicciones y su compromiso con las películas de corte social e histórico, Cazals nació en 1937. Hijo de padre francés fue registrado en Zapopan, Jalisco. Sus estudios básicos los realizó en la ciudad de México y tiempo más tarde se trasladó a París, Francia, para estudiar cine. En sus inicios se inclinó por el experimentalismo de la nouvelle vague e incluso Intentó seguir esta corriente con dos películas que antecedieron su entrada en el cine comercial con la superproducción “Emiliano Zapata” (1970), por la que que Pecime, A.C. lo distinguió ese mismo año con la Diosa de Plata en la categoría a Opera Prima.
A partir de entonces, Cazals se dedicó a realizar filmes históricos, hasta que grabó la cinta «Los que viven donde sopla el viento suave» (1974), a la que siguieron «El Apando» (1975), «Las poquianchis, Crónica de un crimen real» (1976) y «Canoa» (1976), ganadora del Oso de Plata por Mejor Película, en el Festival Internacional de Cine de Berlín (Alemania-1976), y de la Diosa de Plata a Mejor Actor (Salvador Sánchez); Revelación Masculina (Roberto Sosa Rodríguez); Mejor Película; Mejor Dirección; Mejor Guión y Mejor Edición (México-1976).
En 2016, al celebrarse 40 años de «Canoa», la película de Cazals basada en una tragedia ocurrida el 14 de septiembre de 1968 en el poblado de San Miguel Canoa, en el estado de Puebla, se sumó, con una versión restaurada, al catálogo de The Criterion Collection, la prestigiosa colección de clásicos de la cinematografía mundial.
A lo largo de más de medio siglo, Felipe Cazals fue un activo promotor del cine mexicano, junto a Arturo Ripstein, Rafael Castañedo y Pedro F. Miret, con quienes formó en 1965 el grupo Cine Independiente. También guionista y productor, Cazals forjó a lo largo de su carrera una obra determinante para la cinematografía mexicana, de la que también forman parte «El año de la peste» (1978), «El Tres copas» (1986) y «Bajo la Metralla», película por la en 1984 recibió nueve Diosas de Plata, entre ellas a Mejor Director y mejor película.
A estas se suman «Kino: la leyenda del padre negro» (1992), «Digna: hasta el último aliento» en 2004 (sobre de la defensora de derechos Digna Ochoa); «Su alteza serenísima» (2004),»Las vueltas del citrillo» (2006), «Chicogrande» (2010), ambas ambientadas en la Revolución Mexicana y «Ciudadano Buelna» (2013), su trabajo más reciente, distinguido en 2014 de dos Diosas de Plata en las categorías a Mejor actuación masculina (Sebastián Zurita) y Mejor Fotografía (Martín Boege).
Premio Nacional de Ciencias y Artes (2008) y merecedor de la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico dos años antes (2006), Felipe Cazals además fue distinguido en vida con la Concha de Plata en el Festival Internacional de San Sebastián por «Los motivos de Luz», entre muchos otros importantes reconocimientos nacionales e internacionales.
La Sociedad de Directores, institución mexicana presidida por Juan Antonio de la Riva, que agrupa a los más importantes realizadores de películas, tenía programado realizar un Homenaje a Felipe Cazals para reconocerlo con la Medalla de Oro al Mérito del Director.
En paz descanse, maestro Cazals. Pecime lamenta su partida…