Del Puño y Letra de Joan Crawford
-Fue una estrella de Hollywood que se odiaba con la diva Bette Davis
-Se fingió enferma para no ir al Oscar, porque pensaba que no iba a ganar
Joan Crawford, la estrella de Hollywood que se detestaba con la diva Bette Davis y que fingió estar enferma para no acudir a la ceremonia del Oscar cuando, en 1945 fue nominada a mejor actriz por la película «Alma en suplicio», porque creía que lo iba a ganar Ingrid Berman, y que al escuchar por televisión su nombre como la triunfadora, de inmediato se arregló y pidió que el premio se lo llevaran a su casa, para acaparar los reflectores, es otra de las celebridades que engalanan con su firma el Libro de Oro de PECIME.
Crawford se odiaba literalmente con Davis, porque era su gran rival profesional de los sets cinematográficos y, a pesar de sus diferencias, tuvo que alternar con ella en la película «¿Qué fue de Baby Jane?», en la que durante el rodaje Bette mandó instalar en el set de filmación una máquina dispensadora de Coca Cola, para molestar a Joan ya que su esposo, Alfred Steele, era presidente de la Pepsi Cola.
Su enemistad escaló a otro nivel cuando al terminar la filmación ambas se insultaron públicamente y Joan declaró a los medios: “Nunca tuve tiempo de ser su amiga”, pero lo que realmente la desquició fue que por ese filme Bette fue nominada a mejor actriz, por lo que Joan habló con las otras candidatas en esa categoría y se ofreció a ir a la ceremonia si alguna de ellas no podía asistir y recoger el premio en su nombre si una de ellas lo ganaba.
Su plan le funcionó, cuando fue anunciado que la ganadora era Anne Bancroft, quien no asistió por estar trabajando en el teatro; entonces, de entre los asistentes, apareció Joan Crawford, quien subió al escenario a recibir el premio en representación de su compañera, ante el asombro y evidente enojo de Bette Davis quien de esta manera fue opacada por su archirrival.
Norma Shearer fue otra de las actrices a quien Joan no soportaba ya que para la película «A Free Soul» ella trató, por todos los medios posibles, de interpretar el personaje principal, pero el productor de la película, Irving Thalberg, ejecutivo de la MGM, eligió a su esposa Norma. Esto hizo que Crawford la odiara al grado de expresar de ella frases como: «Se acuesta con el jefe», «Quién puede competir con eso» y, «Es bizca, patizamba y como actriz no vale ni un duro, qué es lo que ven».
Crawford se casó en tres ocasiones y no tuvo hijos biológicos. Adoptó a dos niños y a dos niñas y cuando murió, el 10 de mayo de 1977, en su herencia no dejó nada a sus dos hijos mayores “por motivos que ellos conocen”, escribió en su testamento, mientras que a sus dos hijas menores les dejó 77 mil 500 dólares a cada una. El resto de su fortuna la donó a la American Cancer Society, a la América Heart Association y a The Motion Pictures Home.
A pesar de ser una actriz talentosa que alcanzó el éxito, además de mantenerse activamente filmando una película tras otra, durante los años de 1938 a 1942, la recaudación de sus filmes empezaron a decaer por lo que la prensa de la época la incluyó en la no agradable lista de «veneno para la taquilla», en la que también estuvieron divas como Greta Garbo, Marlene Dietrich y Katharine Hepburn.
En lo profesional Joan Crawford fue una actriz carismática que saboreó las mieles del triunfo, muy distinto a lo que ocurría en su vida privada ya que era bipolar, obsesiva en la pulcritud, adicta al alcohol y manipuladora.
Sin embargo esta gran actriz fue ubicada en el sitio número 10 de en la lista de los 50 mejores actores actrices del siglo XX por la American Film Institute. Hoy, en este espacio, les compartimos lo que esta gran estrella de Hollywood escribió para PECIME: