La madrugada de este lunes 23 de agosto, falleció en la ciudad de México a los 96 años la actriz Rosita Quintana, una de las más grandes estrellas de la época de oro del Cine Mexicano, quien trabajó al lado de personalidades como Pedro Infante, Fernando Soler y Silvia Pinal, entre muchas otras.
Trinidad Rosa Quintana Muñoz (su nombre real) nació en Buenos Aires, Argentina el 16 de julio de 1925, en el barrio de Saavedra. Desde niña demostró un ángel especial para la actuación, participando en las fiestas escolares y gracias a su abuela, Carmen Alonso, quien era guitarrista e intérprete de tango, se interesó en el canto, aunque cantar tango provocó su expulsión del colegio, ya que las letras de los tangos como ‘Cambalache’ y ‘Malena’ se consideraban indecentes.
Pidió a sus padres que la inscribieran en el conservatorio de los hermanos Emilio y José De Caro, donde cursaría canto y actuación; así fue cómo en 1940, a los 15 años de edad, debutó junto al cantor Félix Gutiérrez, pasando luego con el sexteto de Mario Azzerboni, presentándose exitosamente en el histórico Café Nacional de la calle Corrientes de la capital argentina.
Sin embargo, fue gracias a Jorge Negrete que Rosita llegó a México. Luego de que el charro cantor presenciara uno de sus espectáculos en Argentina, la invitó a trabajar en nuestro país, donde debutó en el famoso centro nocturno El Patio, y desde ese momento decidió hacer de la tierra azteca su hogar, por lo que pronto obtuvo la nacionalidad mexicana.
Su incursión en la cinematografía nacional no tardó en llegar, y en 1948 se integró al elenco de “La Santa del Barrio” del director Chano Ureta, protagonizada por Esther Fernández y Ramón Armengod, a la que siguieron otros roles menores. El reconocimiento llegó con “Calabacitas tiernas”, al lado de Germán Valdés “Tin Tan”, debido a su talento para la comedia.
Su filmografía consta de 59 títulos entre los que destacan “Mala hembra”, “El mil amores”, “Cielito lindo”, “El zarco”, ‘Soy charro de levita’ y ‘No me defiendas compadre’, que le dieron enorme popularidad, poniéndola a la altura de figuras como Lilia Prado, Silvia Pinal y Sarita Montiel, por mencionar algunas. Además de haber compartido créditos con personalidades como Pedro Armendáriz, Arturo de Córdova, Miguel Aceves Mejía, Fernando Casanova y Pedro Infante, protagonizó el filme “Susana” de Luis Buñuel en 1951.
En México, inició un romance con el mexicano Sergio Kogan, gerente de la filial de Columbia Pictures para América Latina, con quien contrajo matrimonio y tuvo dos hijos Sergio Nicolás y Paloma Guadalupe. Su vida privada y sentimental fue intensa: luego de un divorcio amigable con Kogan, se casó con Julio Chavira, que fuera su asistente personal y, unos años más tarde, con el cineasta Jorge D’Arnell.
Rosita Quintana compartió la cartelera de los teatros y los cines con figuras como tenor José Mojica, el charro cantor Jorge Negrete, Pedro Vargas, Arturo de Córdova, Pedro Armendáriz y Cantinflas, entre otros. Sus actuaciones en pantalla eran presenciadas por importantes figuras del nivel de Agustín Lara, el joven y consagrado escritor Mario Vargas Llosa —quien la llamaría ‘La Dama de América’— y un nutrido grupo de admiradores.
En 1963 regresó a la Argentina, donde trabajó con René Mugica en dos films: ‘El octavo infierno’ y ‘Cárcel de mujeres’, con Leonardo Favio y Ernesto Bianco, ambas películas fueron producidas por su ex marido Sergio, con quien siguió teniendo una buena relación hasta la muerte de él en un accidente.
En teatro, destacó al protagonizar el musical ‘Mi bella dama’, en el Teatro Nacional de Buenos Aires donde hizo una temporada de casi tres años y fue a partir de la década de 1990,que Rosita Quintana empezó a actuar para la televisión mexicana, por invitación de Ernesto Alonso, que fue su amigo por décadas; así se incorporó al reparto de ‘Atrapada’ (1991) con Christian Bach y Héctor Bonilla, y posteriormente fue una villana excelente en la memorable telenovela ‘La dueña’, protagonizada por Angélica Rivera, Francisco Gattorno (que hacía de su hijo) y Cynthia Klitbo.
También participó en la polémica ‘El secreto de Alejandra’ (que fue retirada del aire por su fuerte temática), ‘Abrázame muy fuerte’ y ‘Así son ellas’. Su última aparición en un melodrama fue en ‘Peregrina’ con África Zavala y Eduardo Capetillo, en 2005, mismo año en que se estrenó la que sería su última película, la comedia de humor negro ‘Club eutanasia’, opera prima del director Agustín «Oso» Tapia, donde compartió créditos de actuación con Xavier López ‘Chabelo’, Ofelia Medina, Sergio Corona, Eduardo Manzano y Lupita Sandoval.
Gran amiga de los socios de Pecime, Rosita Quintana fue distinguida con premios en el Festival de Cine de Moscú (1954), en el de Berlín en 1956 (Premio Campana de La Libertad) y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián (Premio Perla del Cantábrico, 1964 por “El octavo infierno”), entre muchos otros, además de que en 2017 fue motivo de un gran homenaje en el Lunario del Auditorio Nacional de la ciudad de México,
“A México le debo lo que soy”, es la frase con la que Quintana agradeció a nuestro país por una carrera llena de éxitos, y con la que fue reconocida en vida a lo largo de su prolífica trayectoria.
Siempre la recordaremos. En paz descanse…