Del Puño y Letra de Silvana Pampanini
-Con su belleza cautivó a actores, reyes y al emperador japonés
-En 1958 filmó en México con Pedro Armendáriz «Sed de amor»
Silvana Pampanini fue una de las luminarias del cine italiano que con su belleza cautivó a actores de la talla de Tyrone Power, Omar Sharif y Orson Welles, pero también logró enamorar a los reyes de Egipto, Faruq I y de Afganistan, Ahmed Shah, mientras que el emperador japonés Hirohito, se desvivía en atenciones con la famosa actriz de quien era un fiel admirador.
No era para menos, Pampanini además de talento y belleza fue considerada un símbolo sexual de la cinematografía mundial y, junto con sus compatriotas, Gina Lollobrígida, Silvana Mangano y Sophia Loren, poseía una escultural figura. A México vino en 1958 a filmar la película «Sed de amor», al lado del actor Pedro Armendáriz y, como era de esperarse, su presencia en México causó expectación pues venía precedida de una cadena de éxitos fílmicos en Europa.
Además, a Silvana todavía le duraba el título de haber ganado, en 1946, la corona como la representante de la belleza italiana, en un certamen en donde hubo una fuerte polémica pues los jueces primeramente le otorgaron el segundo lugar, pero ante las protestas del público corrigieron y le dieron el primer lugar que compartió con Rossana Martini.
Entonces eran varios los elementos por lo que se deseaba conocer en nuestro país a Silvana Pampanini que, por otra parte, logró una sobresaliente actuación al lado de Pedro Armendáriz, con quien se entendió muy bien, en la película «Sed de amor», que dicho sea de paso fue un éxito y sigue teniendo una gran aceptación cada vez que se transmite por televisión.
En «Sed de amor», también fue importante la participación de los mexicanos Ana Luisa Pelufo, Jaime Fernández, Miguel Manzano, Ema Roldán, Víctor Junco y Arturo Martínez, todos ellos dirigidos por Alfonso Corona Blake, sobre un guión escrito por José María Fernández Unsaín, Sergio Magaña y Alfredo Varela, «Varelita».
El caso de Pampanini fue muy especial pues logró situarse en la geografía cinematográfica mundial sin haber pasado por Hollywood, ya que en 1955 recibió una tentadora oferta para trabajar en la meca del cine mundial la cual rechazó por no dominar bien el idioma inglés.
Pero sus triunfos en España, Francia, México y su país de origen, Italia, fueron suficientes para darle la etiqueta de estrella internacional, a lo que, obviamente, contribuyó su talento, belleza y simpatía y el haber alternado con figuras de la talla de Marcelo Mastroianni, Vittorio de Sicca, Totó y por supuesto con el mexicano Pedro Armendáriz.
En su paso por nuestro país, Silvana Pampanini se reunió con los socios de PECIME y escribió para la agrupación el texto que ahora les compartimos así como el simpático dibujo que ella misma realizó, de su Puño y Letra: