A unos días de que se conozca el presupuesto que la Federación asignará al Instituto Mexicano de Cinematografía para 2018, se  espera que los sismos ocurridos en septiembre pasado, no vayan a afectarlo considerablemente, pues desde 2013 en que la actual administración tomó las riendas, y hasta la fecha, IMCINE ha sufrido recortes a su gasto en un promedio de 20 por ciento.

En el año 2013, El instituto tuvo un presupuesto de 374 millones y para el año siguiente bajó a 343 millones. En 2015 quedó en 341 millones de pesos y en 2016 en 333 millones de pesos. Sin embargo, el golpe más fuerte se produjo este 2017, cuando la Federación estableció un presupuesto para IMCINE de  275 millones, una reducción de cien millones en estos últimos cinco años.

Para fortuna de los productores y quienes buscan el apoyo económico para sus películas, tanto el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad,  (FOPROCINE) como el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE) no tendrán recortes en sus presupuestos, pues el dinero que se les asigna ya viene etiquetado desde el mismo PEF. Esto resulta conveniente para que se mantenga la producción cinematográfica, la cual se ha venido incrementando notoriamente en los últimos años.

En cuanto a la producción de cortometrajes, el Instituto Mexicano de Cinematografía, mantiene intacta la convocatoria anual para apoyo,  producción y postproducción de los mismos, que se conservará en 2018 con todos los recursos que se han dispuesto para quienes buscan el apoyo económico del Instituto.

Sobre el EFICINE, éste no maneja recursos económicos, es una herramienta que le permite a los productores contar hasta con 20 millones de pesos para el financiamiento de sus producciones. Dichos recursos son aportados por empresas que pueden deducirlo del Impuesto Sobre la Renta.

Funcionarios del Instituto manifestaron que los recortes presupuestales han impactado principalmente a los apoyos que en años anteriores proporcionaba el Instituto Mexicano de Cinematografía a festivales de cine que se llevan a cabo a lo largo de nuestro país. También se redujo el número de funcionarios que viajaban a los diversos eventos donde se tiene participación del IMCINE, a fin de adecuar los recursos de esta dependencia.

Otro de los rubros que han afectado al Instituto Mexicano de Cinematografía es la contratación de personal por honorarios, por lo que laboran solamente con la plantilla de personal indispensable para sacar adelante las funciones de esta entidad.

Pese a que en la actual administración el presupuesto ha bajado, la producción de películas y la exhibición de las mismas se ha incrementado. Basta recordar que en el 2016, se produjeron 160 películas y se espera que en el 2017 se pueda hablar de un número significativo de producciones cinematográficas.

También el número de cintas mexicanas exhibidas ha ido en aumento, y muchas de ellas generaron recursos en taquilla que les han permitido devolver al FOPROCINE el dinero que les financió para llevar a cabo sus producciones.

En IMCINE existe la confianza de que, cuando menos se mantenga el presupuesto de 2018 en  los mismos términos económicos de este 2017, pero también se sabe que debido a los acontecimientos de septiembre, el gobierno federal tiene que destinar recursos a los estados afectados por los sismos, lo que impactará a varias oficinas de gobierno.

TEXTO: PECIME