Adal Ramones enfrentó uno de los retos más importantes en su vida actoral con la película “El amor no puede esperar”, ya que esta historia se filmó en un solo plano secuencia y dentro de un local de alquiler de películas, lo que le agregó  mayores dificultades al rodaje, donde también tomó parte la actriz Mónica Huarte.

Entrevistado en el marco de la inauguración del Primer Festival de Cine de la Gustavo A. Madero, en el Centro Cultural Futurama,  Adal manifestó que espera una buena respuesta por parte del público ahora que el filme llegue a las pantallas de los cines en México.

“Fue un trabajo previo de ensayos tanto en los movimientos de los actores como del fotógrafo, el sonidista y el propio director Juan Carlos Carrasco, para no tropezarnos entre nosotros mismos…

«Sin lugar a dudas que experiencias de este tipo te dejan grandes satisfacciones, porque sabes que no puedes olvidarte de tus diálogos ya que si así ocurriera, se tendría que comenzar a filmar nuevamente toda la historia”.

Comentó que fueron solamente dos tomas las que se rodaron y la segunda se hizo porque nadie se sintió satisfecho con el resultado por de la primera, por lo que tomaron la determinación de volverlo a hacer y para fortuna de todos, se llevó a cabo sin corte alguno y el resultado les gustó.

“Una ventaja que vi, es que tanto Mónica como yo somos gente que hemos trabajado mucho en teatro y esto nos permitió aprendernos el guión en su totalidad y desarrollarlo en un solo plano secuencia”, indicó.

Adal Ramones vio la cinta con público presente y se sintió satisfecho con la respuesta de los espectadores, por lo que hay confianza en que va a gustarles.

“Tuve la oportunidad de ver la reacción de la gente en dos proyecciones previas y los resultados fueron favorables y tengo la confianza de que les va a gustar. Van a encontrar en la historia dos mensajes, uno de ellos es que a veces tienes tan cerca el amor pero no te das el valor de confesarlo”, concluyó el actor.

TEXTO: PECIME