Rosalba Camacho, hija de Pedro de Urdimalas, figura del cine mexicano que destacó como actor de soporte en innumerables películas, además de escribir más de 46 argumentos y adaptaciones cinematográficas, reveló el dolor y las historias que motivaron a su padre a componer las célebres canciones “Amorcito corazón” y “Mi cariñito”, entre otros famosos temas.
“´Amorcito corazón´, que interpreta Pedro Infante en la película “Nosotros los pobres”, se la compuso a su novia Elvira, con quien estaba a punto de casarse, pero 15 días antes de la boda ella murió en un accidente automovilístico y mi padre sufrió mucho la pérdida porque fue el gran amor de su vida y la canción se iba a interpretar en la iglesia durante la ceremonia religiosa…
“´Mi cariñito” que Pedro Infante le canta a su abuelita, Sara García, en la película “Los tres García”, se la compuso a su mamá, Concepción Villaseñor, a quien su esposo, Jesús Camacho, internó en un manicomio porque casi enloqueció al morir ahogado en el lago de Chapultepec uno de sus hijos”.
Rosalba Camacho, hija de la tercera esposa de cuatro que tuvo Pedro de Urdimalas, desde hace varios años busca que su padre sea reconocido como compositor único de las dos famosas canciones, aunque está consciente de que su labor se limita a difundirlo ante la opinión pública pues legalmente aparecen su papá como autor de la letra y Manuel Esperón de la música.
“Las cosas ya no se pueden cambiar, así están registradas pero es importante que la gente sepa, sobre todo las nuevas generaciones, que mi papá compuso la letra y la música de las dos canciones porque surgieron de dolorosas experiencias que le tocaron vivir”.
Jesús Camacho Villaseñor, nombre verdadero de Pedro de Urdimalas, fue un destacado actor de soporte del cine mexicano que participó en más de 37 películas, entre las que se le recuerda en su personaje de “El topillos” en “Nosotros los pobres” y “Ustedes los ricos”, de las cuales también fue autor de los argumentos y ambas contribuyeron a consolidar a Pedro Infante como figura de la cinematografía nacional.
Como actor y argumentista trabajó en las exitosas películas de la época de oro del cine mexicano: “Pata de palo” (1950), “Las mujeres de mi general” (1951), “A.T.M. ¡A toda máquina!” (1951) y “Yo fui callejera” (1952), entre otras, y realizó la adaptación de la famosa obra de Yolanda Vargas Dulché, “Ladronzuela” (1949), en la que realizó una actuación especial.
Con la pareja cómica de “Viruta” y “Capulina” participó en “Cascabelito” (1962) y “Barridos y regados” (1963). Con los escritores Ricardo Garibay, Mario Hernández y el socio de PECIME, Fernando Morales Ortiz, trabajó en la adaptación de la obra “El billete”, de Luis Spota, para la película “El hombre de papel” (1963), en donde además actuó al lado de Ignacio López Tarso.
Fue un talentoso escritor a cuya imaginación se deben más de 46 argumentos y adaptaciones cinematográficas, entre las que sobresalen los títulos de: “Los tres García” (1947), “Nosotros los pobres” y “Ustedes los ricos” (1948)”, “Dicen que soy mujeriego” (1949), “Pata de palo” (1950), “Sobre las olas” (1950), “A.T.M. ¡A toda máquina!” y “¿Qué te ha dado esa mujer? (1951), entre otras.
Con el novelista y dramaturgo español, Max Aub, escribió los diálogos de la célebre película de Luis Buñuel, “Los olvidados”, y por la filmación de una escena con la que no estuvo de acuerdo, declinó aparecer en los créditos del filme, aunque tiempo después el propio Buñuel reivindicó su trabajo al reconocer su crédito en su libro “Mi último suspiro”.
Rosalba recuerda a su papá con cariño y admiración. “Era un hombre muy creativo, siempre nos estaba contando historias fantásticas a mis hermanos -tuvo 16 hijos- y a mí. A pesar de tener madres diferentes, procuró que fuéramos unidos. Cuando en la casa alguno de nosotros se metía a bañar, encendía un cerillo y nos advertía que antes de que se apagara teníamos que haber terminado o de lo contrario nos pegaría con el cinturón. Lo hacía para que nos bañáramos rápido porque éramos tantos que teníamos que hacer fila para ducharnos”.
Pedro de Urdimalas, de quien el próximo 20 de diciembre se cumplirán 25 años de su desaparición física, surgió de un concurso de aficionados organizado en 1934 en la XEW, el cual ganó. Su premio fue quedarse a colaborar en la empresa como escritor actividad en la que destacó al crear para la radiodifusora los populares programas “Así es mi tierra” y “Noches tapatías”.
Rosalba y sus hermanos desearían recordar a su padre en su 25 aniversario luctuoso, con un homenaje al que pudiera asistir el público, pero consideran difícil que lo puedan realizar por la situación de aislamiento que se debe guardar debido a la pandemia del COVID-19.
TEXTO: PECIME