Tras el lanzamiento de su tráiler en junio pasado, la película “Tengo miedo Torero”, protagonizada por el actor chileno Alfredo Castro y el mexicano Leonardo Ortizgris tendrá su estreno internacional en la Bienal de Venecia próximo mes de septiembre.
Adaptación de la novela homónima del emblemático artista Pedro Lemebel, una de las principales figuras de la contracultura chilena, la cinta dirigida por Rodrigo Sepúlveda, resultó seleccionada para participar en la sección Giornate degli Autore (Venice Days) de la 77º versión del prestigiado Festival Internacional de Cine.
“Estoy muy contento con que la película de sus primeros pasos y que se estrene en Venecia. Ojalá que pronto podamos celebrar su exhibición tanto en Chile como en México y que continúe su recorrido por el mundo”, expresó Leonardo Ortizgris, quien está de regreso en el cine mexicano desde este fin de semana con “Amores Modernos”, filme del director franco mexicano Matías Meyer
“Tengo miedo Torero” fue rodada hace un año con la colaboración de compañías de Argentina, Chile y México (coproductoras). Dentro de la historia, Ortizgris interpreta a “Carlos”, un revolucionario que en plena dictadura de Augusto Pinochet, intenta conquistar por estrategia a “La Loca del Frente” (Lemebel, interpretado por Alfredo Castro), un travesti que se involucra en una arriesgada operación clandestina con el fin de consumar un atentado.
Para la interpretación de su personaje, un joven miembro del Frente Patriótico ‘Manuel Rodríguez’, el actor mexicano se dejó crecer el pelo y la barba e incluso bajó unos kilos, por recomendación del director: “Eso fue lo que me exigió mi papel, además de que debía estar en buena condición física, para mostrar a ‘Carlos’ como el joven revolucionario que fue y en cuanto al acento no hubo mayor problema, ya que el personaje como estaba escrito en el guión, era mexicano”.
Sobre su trabajo al lado de Alfredo Castro, a quien Lemebel eligió en vida para interpretarlo en el cine, Leonardo Ortizgris aseguró a Pecime que fue una de las experiencias más importantes dentro de su carrera: “Alfredo es un actor completamente transmutable, muy generoso, muy abierto a la propuesta del compañero. Estoy maravillado por esa generosidad, por ese cuidado, por ese cariño y por ese aprendizaje continuo que adquirí en cada una de las escenas compartidas con él”.
Además –precisó- el grupo con el que trabajó en “Tengo miedo Torero” fue solo 55 personas. “Todos trabajamos de manera muy horizontal y eso también me encantó, fue un trabajo muy comunitario, cada uno sabiendo qué tenía que hacer, pero sin esas jerarquías tan marcadas que a veces tiene el cine”.
En relación al valor de la historia misma, que él califica como “un thriller romántico y de intriga muy emocionante”, enfatizó que radica en la posibilidad de conocer más sobre la literatura latinoamericana y sus autores: “Conocer a Pedro Lemebel, por ejemplo, nos abre las puertas para conocer su obra y su legado”.
“Tengo Miedo Torero” es la primera adaptación cinematográfica de la obra de Lemebel, quien fuera objeto de un homenaje póstumo en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG 34). Su memoria fue honrada con el Premio Maguey, que año con año distingue a una personalidad cuya trayectoria logró romper paradigmas preestablecidos, dejando un legado de relevancia social e histórica que abrió puertas de libertad a generaciones posteriores.
En “Tengo miedo Torero”, el también actor de la serie “El Recluso” y las cintas “Güeros”, “El Club de los Insomnes” y “¿Conoces a Tomás?”, quien además tiene pendiente el estreno de “Los Minutos Negros”, alternó con figuras de distintas nacionalidades, entre ellos los chilenos Jaime Vadell, Amparo Noguera y Luis Gnecco (actores con gran trayectoria y repercusiones en la historia del cine).
La banda sonora de la película fue realizada por el compositor Pedro Aznar (música incidental) y Manuel García, con nuevas versiones de melodías clásicas de los años 40 y 50, entre las que destacan la copla de Sara Montiel que le da título a la novela de Lemebel; “Aleluya” y “Penumbras” de Sandro, cuya interpretación estuvo a cargo de voces femeninas como Mon Laferte y la española Martirio.
La pandemia del COVID-19 sorprendió a Leonardo en España, país donde hace varios meses terminó de rodar “Nieva en Benidorm”, la tercera película de la afamada directora catalana Isabel Coixet, producida por los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, que marcará su ingreso al mercado europeo.
Y aunque tenía previsto regresar a México para la promoción de “Amores Modernos” (película en la que da vida a “Alex”, un joven a quien su padre rechaza por ser homosexual) y el rodaje de una nueva serie y dos filmes, sus nuevos planes tendrán que esperar, “pues a raíz de la crisis sanitaria no hay manera de filmar, hay mucha incertidumbre y mucho miedo, todo está parado”, nos manifestó el actor.
TEXTO: PECIME
