Del Puño y Letra de Doña Emma Roldán
Para interpretar sus personajes visitaba barrios populares como La Lagunilla y Tepito
El cine mexicano tuvo en Doña Emma Roldán a una tercera “abuelita”, las otras dos fueron Sara García y Prudencia Grifell. Para interpretar sus personajes, acostumbraba visitar barrios populares como La Lagunilla y Tepito para “empaparse” de la forma de vivir y de hablar de la gente de ese estrato social y después representarlos lo más fielmente posible en la pantalla grande.
Doña Emma fue figura de la época de oro y participó en más de 300 películas al lado de importantes figuras de la cinematografía nacional, entre ellas: Pedro Infante, Jorge Negrete, Mario Moreno “Cantinflas”, Arturo de Córdova, María Félix, Dolores del Río, Rosita Quintana y Carmelita González.
Nunca encabezó un elenco pero fue una de las actrices secundarias más importantes del cine nacional que con su versatilidad daba vida a todo tipo de personajes, desde una mujer ambiciosa, chismosa, alcahueta, inculta, usurera o villana, hasta la abuelita bonachona.
No sólo fue actriz sino diseñadora de modas y en esta faceta también destacó. A Doña Emma se deben los vestuarios empleados en varias películas, entre otras: “Sor Juan Inés de la Cruz, “Juárez y Maximiliano”, “La novia del mar” y “Han matado a Tongolele”. Para interpretar lo más fielmente sus personajes, acostumbraba visitar barrios populares como La Lagunilla y Tepito en donde nutría sus conocimientos sobre la forma de vivir y de hablar de la gente de esos lugares.
Lo anterior se puede apreciar en el personaje de “Doña Pelos”, que Doña Emma hizo para la película “Caballero a la Medida” protagonizada por “Cantinflas”, en la que da vida a una “vieja alcachofa” que trata de que “Lita”, la joven atractiva del barrio (Martha Valdés), le haga caso al octogenario usurero “Simón Sicario”, interpretado por el estupendo actor Miguel Arenas (padre en la vida real de la actriz Rosita Arenas).
A Doña Emma Roldán le funcionó adentrarse en las entrañas de los barrios populares para caracterizar magistralmente ése y muchos otros personajes de esos estratos sociales. Su filmografía es una de las más amplias que registra el cine mexicano con más de 300 títulos, por lo que es reconocida como la actriz secundaria más importante.
A continuación enlistaremos sólo algunas de las películas importantes en las que ella participó: “Allá en el rancho grande” (1936), “Monte de Piedad” (1950), “Salón de belleza” (1951), “Los hijos de María Morales” (1952), “El rapto” (1954), “El mil amores” (1954), “Señoritas” (1958), “La estrella vacía” (1958), “La edad de la inocencia” (1962), “El castillo de la pureza” (1973) y “La pasión según Berenice” (1975).
Los socios de PECIME tuvieron el honor de convivir y de tener como amiga a esta gran figura de la época de oro del cine mexicano, quien para los integrantes de la agrupación escribió en El Libro de Oro el siguiente texto, de su Puño y Letra, que ahora compartimos: