Nada prometedor el futuro de las salas de cine en todo el mundo

¿Apocalíptico fue el discurso del director Sean Baker en los Oscares al pedir que la gente vuelva a ver películas en la pantalla grande de las salas y no en la comodidad de sus hogares?. Porque si no se detiene esta tendencia, en algunos años más, serán contados los sitios donde el público podrá acudir a presenciar una cinta en un complejo cinematográfico.

Y es que a nivel mundial, como el director de “Anora” lo mencionó en cifras, se están cerrando salas de cine porque la gente ya no acude por diferentes causas una de ella es el alto costo de las entradas y las dulcerías que tienen un costo elevadísimo de los productos que ahí se venden, como sucede en México.

En nuestro país la situación no depara un futuro promisorio para los complejos de salas de cine. Le echamos un vistazo a los primeros dos meses del año para ver cómo había estado la asistencia y los resultados son desalentadores porque en enero y febrero ni siquiera se llegaron a rebasar los números que se tenían antes de la pandemia. Las únicas películas que fueron atractivas para la gente son aquellas dedicadas a los niños y de ahí en fuera, las salas permanecieron en menos del 30 por ciento de venta de boletos en promedio.

Otro factor que debió haber tomado en cuenta Sean Baker para hacer este llamado a la gente, es la presencia del presidente Donald Trump en la Casa Blanca, quien con sus políticas de aplicar aranceles puede provocar una recesión que impactará a nivel mundial y ahí sí, el adiós a los complejos cinematográficos se dará como un hecho, pues la gente tendrá que disponer del poco dinero que tengan para cubrir sus necesidades de alimento, hogar y vestido.

Sobre el llamado que hizo a las grandes compañías de streaming de que primero estrenen sus películas en las salas de cine, resulta un sinsentido para estas corporaciones cuyo mercado principal son los millones de hogares en todo el mundo y no van a sacrificar sus inversiones para darle respiro a las empresas de exhibición que no sacrifican ganancias para tener un mayor número de asistentes.

Además, una película que será exhibida en salas debe de contar con un aparato publicitario que cuesta millones de dólares para que sea atractiva para el público y eso sólo lo hacen con las cintas llamadas masivas (héroes de Marvel, DC, Comics, Disney) en cambio las compañías de streaming con la pura promoción que hacen en sus plataformas digitales es más que suficiente para mantener sus jugosas ganancias e incrementar el número de suscriptores que tienen.