Del Puño y Letra de Lilia Prado

-Ella impuso la moda de asegurar las piernas
-No trabajó en Hollywood por no saber inglés

Lilia Prado fue la primera actriz del cine mexicano que impuso la moda de asegurar sus piernas en varios miles de pesos. Después le siguieron otras artistas con las que mantuvo una fuerte rivalidad no sólo en los escenarios sino de belleza, tales como Sonia Furió, Silvia Pinal y Kitty de Hoyos con las que compartió el sobrenombre de “las mujeres más deseadas del cine nacional”.

El caso de Lilia Prado es muy especial pues de modesta telefonista tuvo la suerte de conocer, en 1948, al periodista Xavier Campos Ponce quien deslumbrado por su belleza la apoyó para incursionar en el cine al hacerla aparecer en un concurso de belleza que él organizaba y del que antes habían surgido otras promesas artísticas.

Después de que Lilia ganó el certamen la relacionó con productores de los estudios cinematográficos Azteca en donde el director de películas, Juan Orol le dio su primera oportunidad en la película “Tania, la bella salvaje” en la que alternó con la rumbera Rosa Carmina.

Su debut oficial fue en la película “La barca de oro”, dirigida por Joaquín Pardavé, al lado de Pedro Infante de quien se dice que durante el rodaje en varias ocasiones se le insinuó a la artista quien tuvo que frenar los coqueteos del actor quien en ese momento todavía no era el ídolo en el que años después se convirtió.

Lilia Prado desde niña quiso ser artista por lo que a muy corta edad planeó fugarse de su casa con una prima para ir a trabajar a un circo pero la repentina muerte de un familiar frustró su propósito. Antes de incursionar en el cine trabajó como telefonista y también en ocasiones como bailarina.

El periodista Xavier Campos Ponce fue determinante en su carrera pues fue él quien la relacionó y orientó en el medio artístico lo cual ella llegó a reconocer en múltiples ocasiones ya siendo una figura de la época de oro del cine mexicano.

No obstante el acoso que sufrió por parte de Pedro Infante en el cine, Lilia y el actor después se hicieron grandes amigos al grado de que el director, Ismael Rodríguez, a la muerte de su actriz estrella, Blanca Estela Pavón, trató de crear una nueva y exitosa pareja cinematográfica con Lilia Prado y el propio Infante por lo que los hizo trabajar juntos en “Las mujeres de mi general”, “El gavilán pollero” y “Los gavilanes”.

En la cima del éxito, Lilia Prado fue elegida por el cineasta Luis Buñuel para participar en la película “Subida al cielo”, la cual obtuvo en el Festival de Cine de Cannes el premio especial de la crítica a la mejor película de vanguardia. En esa ocasión el director aragonés se hizo acompañar al festival de la actriz mexicana quien deslumbró a la prensa francesa con su exuberante belleza por lo que la nombraron “la mujer más sensual del cine latinoamericano”.

Con Luis Buñuel trabajó en otras dos películas, “Abismo de pasión” y “La ilusión viaja en tranvía”. Ella llegó a describir a Luis Buñuel como un director muy adelantado a su época”.

Lilia Prado poseía, junto con Sonia Furió, Silvia Pinal y Kitty de Hoyos, las piernas más hermosas y mejor torneadas del medio cinematográfico por lo que en su momento decidió asegurar sus extremidades inferiores en 100 mil pesos, una cantidad exorbitante en esa época y por la que pagaba una considerable suma de dinero por concepto de póliza.

Actriz brillante y de escultural belleza, Lilia Prado pudo haber triunfado en Hollywood de donde recibió varias propuestas de trabajo las cuales nunca aceptó por la sencilla razón de que no hablaba el idioma inglés y nunca se interesó en aprenderlo.

Estuvo casada solo una vez con el torero Gabriel España con quien duró sólo 2 meses y después del divorcio declaró que nunca más volvería a contraer matrimonio, que su boda había sido una pesadilla”. Hoy recordamos a esta bella actriz con las líneas que escribió para PECIME.