Luego de 22 días de filmación en locaciones de Guadalajara, Tapalpa y en las Tolvaneras, cerca de Manzanillo, Colima, y deseoso de seguir contando historias de horror que le apasionan, el cineasta jalisciense Víctor Osuna concluyó en días recientes el rodaje de “La Sangre que nos une”, su nueva película, que además produce y escribió con la colaboración de Sandra Becerril.
Financiada por la Comisión de Filmaciones del estado de Jalisco (Filma Jalisco) “La Sangre que nos une” es la segunda película de Víctor Osuna, quien en 2018 hizo «Las reglas de la ruina», su ópera prima que recorrió con mucho éxito 18 festivales alrededor del mundo, entre ellos el Feratum Film Fest y el HP Lovecraft Film Festival, marcando un precedente importante al convertirse en la primer cinta mexicana de terror en presentarse en la Comic-Con 2019.
Ya en postproducción, “La Sangre que nos une” es protagonizada por cinco actrices, tres de ellas tapatías: Sofía Díaz, Stana Carrillo y Paloma Cinco. Las otras dos son Luna Balvanera y Sofía de Llaca, a quienes se unió Sophie Gaelle-Gómez, en tanto que el elenco masculino está conformado por actores como Horacio García-Rojas, César Rodríguez, Said Sandoval, Daniel Mandoki y José Luis Alfaro.
Concebida como “una película que se convierte en otra”, en opinión de maestros de la ciencia ficción como el director Isaac Ezbán (“Mal de ojo”, “El incidente”), la historia sigue a un grupo de amigas que viajan a una cabaña en el bosque durante el fin de semana para reforzar el vínculo de amistad que las une. En el lugar conviven con cuatro hombres que poco a poco comienzan a acosarlas, volviéndose insidiosos, violentos e invasivos, lo que las pone en situación de riesgo. Y Los resultados se vuelven sangrientos y catastróficos…
“Es un thriller con horror que tiene un tinte de drama. La línea argumental está subdividida por géneros, pero el género reinante es el horror”, refirió Víctor Osuna a Pecime tras mencionar que la película empieza con una escena gancho de horror a la que sigue el drama para conocer un poco a los personajes con los que juega en la historia a partir de las situaciones de riesgo en las que éstos se ven involucrados.
“La intención es que realmente importen esos personajes, te metas a sus problemas, a sus situaciones, a sus relaciones, hagas empatía y conectes con ellos”, explicó el realizador y complementó que después del drama, se desarrolla la parte del suspenso, el thriller, una especie de survival (terror de supervivencia), lo sobrenatural y el horror-horror, “para ir calando y moviendo los géneros porque por eso es una película de horror”.
En ese mismo contexto, el cineasta, quien se describe como oscuro por naturaleza y un realizador convencido de que “anteponer la luz a la oscuridad genera resultados deliciosos”, aseguró que para la realización de su nueva cinta de horror se apoyó en elementos artesanales, y no en tecnología emergente como la Inteligencia Artificial que tiene el potencial para cambiar la forma en que se hacen las películas, desde el guion hasta la postproducción…
“Soy un convencido de que nada superará a la herramienta humana, y de hecho he peleado mucho porque los efectos de horror en mis trabajos sean en cámara, artesanales, orgánicos. No me meto en cosas de CGI (técnica de cine que utiliza imágenes generadas por ordenador) salvo para cuestiones gráficas, no creativas, porque por más que la IA pueda crear, nunca podrá entender las cosas como las entiende una persona que siente y tiene alma.
“El alma la pone el artista, una persona que se sabe querida, que come, siente, ama, disfruta, analiza, razona y eso es algo que una máquina no lo tiene y pasará mucho tiempo hasta que lo pueda lograr”, asegura.
Para Víctor Osuna tocar el género del horror representa un riesgo, “porque no siempre se logran buenos resultados y tu película podría quedar por debajo de lo que pensabas, no?”, Por ello, en esta ocasión como en la anterior quise rodearme de gente igual o más talentosa que compartiera mi pasión por el cine, con el convencimiento de que este proyecto tenía que ser más grande que ‘Las Reglas de la Ruina’ en todos los aspectos: más tiempo, más dinero, mejores escenarios, mejores locaciones, mejor equipo técnico, etc, etc.”.
Concordante con su objetivo, Osuna logró reunir a crew que respondió e incluso superó a sus expectativas para enfrentar en esta ocasión una complejidad distinta, “porque en las escenas hay uso de armas o cosas así, mucho más efectos especiales, de maquillaje y de todo, aparte de que durante el rodaje hubieron momentos en los que tenía 8 actores en escena y mucho exterior. Pero al final todo el esfuerzo, el sufrimiento y lo que trataba de resolver, se compensó con el resultado que verán en cámara: escenas súper poderosas y muy bien logradas gracias al experimentado equipo de edición”.
El cineasta adelantó que casi desde el tráiler se revela la película, “de qué va, quién ganó, quien perdió y en qué va a acabar. Acá estamos manejando todo bajo el radar para que cuando vean la película sea un verdadero viaje y se sorprendan. El tráiler será un gancho pero habrán muchas más sorpresas en lo que vamos a mostrar”, dijo.
En cuanto a la colaboración de Sandra Becerril, a quien considera una de las mejores escritoras del género, afirmó que ella le aportó su visión desde el lado femenino de la historia, “que aunque la tenía clara, visible y bien delineada, Sandra supo matizarla muy bien para introducirse conmigo del otro lado de la oscuridad. Fue una gran colaboración y un verdadero privilegio trabajar con ella. Yo nada más le pasé el guion para que me diera sus opiniones, pero le interesó tanto el proyecto que terminamos coescribiéndolo”.
En entrevista con Pecime Víctor Osuna habló finalmente del reto que le implicó hacer “La Sangre que nos une”, que buscará presentar primero en festivales (entre ellos el de Guadalajara y Feratum) y después en salas y plataformas: “Para mí como cineasta el reto mayor fue hacer la película después de un proceso de 4 años en que me caía y me levantaba para seguir adelante. Hubieron productores y actores que se bajaron del barco por distintas razones y entonces fue volver a empezar de cero, pero por algo pasan las cosas, así es esto… “.
La producción de “La Sangre que nos une” está en manos de Víctor Miranda Ville, Juan José Alcázar, Juan Pedro Anaya, Miguel Campos, Andrea Casio, Tavo del Toro y Daniel Gutiérrez. Entre los socios productores se encuentran Shakib Hamden, Yoanpablo Pérez Anaya, Boris Quintero, Oswaldo Zárate, Adal Ramones, Toncho Avalos, Carlos Mateos, Sebastián Flores, Jorge Alcázar, Héctor Rodríguez, Sofía Garrido, Raúl Santana y Salvador Ochoa.
El director de fotografía, Daniel González, fue responsable de capturar la atmósfera oscura y tensa de la película, mientras que el departamento de arte estuvo a cargo de Norma Reyes. El vestuario corrió a cargo de Kokoro Vestido; Paco Solbes se encargó del sonido directo, Karina Hernández del maquillaje y Jesús Espinosa junto a Toncho Ávalos de los efectos especiales de maquillaje.
Foto principal: Beth Aguilera