Alan Jonsson Gavica y Leticia Fabián, ganadores de la Diosa de Plata a cortometraje de ficción por “Buenos días, Ignacio”, comentaron la extraordinaria experiencia que vivieron al trabajar al lado de don Ignacio López Tarso, quien falleció el año pasado, pero que fue un ejemplo de profesionalismo y amor a la actuación.
“Fue increíble ver que una persona con 97 años de edad se comprometió con hacer en dos días el rodaje del cortometraje que llevamos a cabo en el puerto de Mazatlán. Fueron jornadas de hasta 14 horas en las cuales trabajamos y nunca tuvimos queja alguna de parte de don Ignacio”. Comentó Alan.
Por su parte Leticia Fabián, quien codirigió el trabajo fílmico manifestó que a lo más que hizo el veterano actor fue recostarse un rato, en la cama de la recámara de la locación donde se llevó a cabo el rodaje.
“Para comodidad de las personas adultas mayores que tomaron parte en el corto, teníamos una silla de ruedas para moverlos sin embargo, don Ignacio López Tarso nunca la utilizó y hasta se daba el lujo de empujar a la actriz participante para que ella no se cansara”, indicó la realizadora.
Para Alan y Leticia esta experiencia no van a olvidarla porque las enseñanzas que les dejó el veterano actor las valoran y hasta las comparan con las nuevas generaciones de actores que desafortunadamente algunos de ellos exigen demasiado a los productores que los contratan.
“Nunca hubo una queja por parte del señor y siempre nos decía que no nos preocupáramos por el tiempo de filmación que llegó a 14 horas de trabajo. Me decía: ‘sé que hacer cine conlleva tiempo y muchas horas de estar filmando hasta altas horas de la noche, no te preocupes y cuenta con todo mi apoyo”, manifestó Alan.
Finalmente los realizadores dedicaron la Diosa de Plata a la memoria de Ignacio López Tarso, quien desde el sitio donde ahora se encuentre estará feliz de que uno de sus últimos trabajos actorales cerró con broche de oro al obtener la codiciada estatuilla.