Sin el apoyo del gobernador Enrique Alfaro y con escasos recursos pero con gran entusiasmo, del 10 al 17 de noviembre se llevará cabo, en Guadalajara, Jalisco, la onceava edición de la Gran Fiesta del Cine Mexicano, el evento que organiza un grupo de cineastas independientes, encabezado por Ernesto Rodríguez, Manuel Villaseñor, Rolando Ruiz y Frank Rodríguez, con el único propósito de dar a conocer los trabajos fílmicos que se realizan en la entidad y en otros estados de la república mexicana.
Ante la indiferencia del mandatario estatal Enrique Alfaro, a quien aplica el dicho de “candil de la calle oscuridad de su casa”, pues apoya eventos fílmicos que ningún beneficio le reditúan a Jalisco, la Gran Fiesta del Cine Mexicano, nuevamente será una plataforma de promoción para los cineastas independientes tapatíos, quienes mediante este medio tienen la oportunidad de dar a conocer sus más recientes realizaciones.
Como en años anteriores, la Gran Fiesta del Cine Mexicano, que en realidad es un festival de películas independientes, contará con secciones específicas, entre ellas: Cine que de Jalisco; Cine no Chilango y Cine Ciudad de México. En esta ocasión, también participarán producciones filmadas en Veracruz, Morelia y Nueva York, con la característica de que en su realización participó personal, elenco o cineastas de Jalisco.
Con la premisa de “El Festival sólo apoya lo nacional”, la onceava edición incluirá también cortometrajes, documentales y películas en competencia. En total el evento contará con la participación de 22 trabajos fílmicos.
En la sección denominada CDMX, se exhibirán películas provenientes de la Ciudad de México con el requisito de que en su producción participaron o hay una relación con el estado de Jalisco, ya sea en su presupuesto, en el casting o porque en su filmación hubieron locaciones en la tierra del mariachi y el tequila.
Al igual que en las anteriores ediciones, los organizadores no cuentan con un apoyo económico del gobierno del estado, sino solamente con la buena voluntad y disposición de algunos empresarios a los que les gusta el cine y desean difundir lo que hacen los cineastas de la entidad.
No obstante las limitaciones económicas, en sus once años de existencia, el festival ha obtenido buenos resultados ya que de él han surgido películas que han ido a competir a importantes festivales de cine internacionales, cumpliéndose así el objetivo que los organizadores se fijaron.
Con mucho esfuerzo y trabajo, los organizadores de la Gran Fiesta del Cine Mexicano han logrado que el evento cada año crezca en interés y participación por lo que se ha convertido en una de las plataformas de difusión y promoción más importantes en México para el cine independiente.
