Del Puño y Letra de María Gracia
-Fue la estrella infantil del momento en los años 60
-En el cine reemplazó a “La Tuzita” y a “Chachita”
A sus 5 años de edad, María Gracia era la estrella infantil más importante del cine mexicano en el que había reemplazado a María Eugenia Llamas, “La Tuzita” y a Evita Muñoz, “Chachita”, pero cuando el director, Roberto Rodríguez, hacía planes para que filmara otras historias de cuentos infantiles que tan buenos resultados le habían dado con ella como el de “Caperucita roja”, la mamá de la niña decidió cortar su carrera al considerar que en el medio había muchos riesgos, tentaciones y perversión para su pequeña hija.
De nada valieron ofrecimientos de contratos bien remunerados que Roberto Rodríguez ofreció a la señora para convencerla de que la pequeña que, a esta corta edad ya era un éxito de taquilla, después de protagonizar las películas “La sonrisa de la virgen” (1958), “Los hijos ajenos” (1959), “Caperucita roja” (1960), “Caperucita y sus tres amigos” (1961) y “Caperucita y Pulgarcito contra los Monstruos” (1962), no abandonara la carrera en la que tenía un gran futuro.
Y es que Roberto Rodríguez, de la célebre dinastía de los hermanos Rodríguez (Ismael y Joselito), había encontrado en María Gracia la niña que representaba en ese momento (década de los 60s), a la sustituta perfecta de “La Tuzita” y de Evita Muñoz “Chachita” que para ese entonces ya habían dejado la infancia para pasar a la adolescencia.
Desde su primera aparición en la película “La sonrisa de la virgen” (1958), al lado de Jorge Martínez de Hoyos y de doña Prudencia Grifell, María Gracia había cautivado al público infantil y adulto, con su inocencia y simpatía, pues en la historia hacía el papel de una niña que lograba ver y tener comunicación con la Virgen de Guadalupe.
Ante tal éxito, Roberto Rodríguez, gran visionario artístico y talentoso director y escritor, un año después, en 1959, dio a María Gracia un papel estelar en el impactante drama “Los hijos ajenos”, en la que la pequeña alternó con reconocidas figuras de la época como Aldo Monti, Alma Rosa Aguirre y don Miguel Manzano.
Al año siguiente, hizo que María Gracia interpretara el personaje principal del clásico cuento de “Caperucita roja”, rodeándola de reconocidos y populares actores como Manuel “El loco” Valdés, quien hizo el papel del lobo feroz, y de Rafael Muñoz, “El enano Santanón”, quien realizó una genial actuación de “El zorrillo apestoso”.
Con las películas “Caperucita y sus tres amigos” y “Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos”, Roberto Rodríguez logró consolidar a María Gracia como la estrella infantil de cine del momento y justo cuando preparaba nuevas historias fílmicas para la pequeña, la mamá de la niña decidió terminar con la carrera de su hija en la que estuvo escasos 4 años.
Con el argumento de que su hija corría peligro en el medio artístico en el que consideraba había muchos riesgos, tentaciones y perversión, la señora decidió que su pequeña tuviera una educación más formal lo cual logró ya que María Gracia se tituló de una carrera universitaria.
Nunca más regresó al cine y poco se supo de ella después de su última película, hasta que años después, en una entrevista que le realizaron en California, Estados Unidos, en donde radica desde hace más de 4 décadas, reveló que se casó con el doctor Ignacio Iturbe Alessio, médico internista hematólogo, con quien procreó dos hijas: Andrea y Elisa.
A Ana María Gracia Fletcher Celis, nombre completo de la carismática niña que se robó el corazón del público en la década de los años 60, hoy la recordamos con la simpática dedicatoria que escribió en el Libro de Oro de PECIME: