La historia de Sara María Aldrete Villarreal, una mujer que fue acusada de inhumación, exhumación y profanación de cadáveres, así como por el homicidio de 13 personas en los años 80, llegará al streaming el próximo 13 de julio en formato de una docuserie de tres episodios que se transmitirán cada domingo a través del canal HBO.
Dirigida por Patricia Martínez, “La Narcosatánica” mostrará todas las versiones posibles de los hechos valiéndose de recreaciones, materiales de archivo y reportajes especiales, para narrar esta historia desde nuevos puntos de vista y análisis que lograrán que los espectadores se cuestionen y lleguen a sus propias conclusiones sobre el caso.
“No es un tema de redimir a Sara (Aldrete), sino de presentar los hechos recabados y dejar que la gente tome su propia decisión”, externó Claudia Fernández, gerente senior de Desarrollo de Contenido de no Ficción de Warner Bros-Discovery.
Producida por Artegios para Warner Bros-Discovery, la serie documental que cuenta con la producción de Ximena Urrutia y Roberto Garza, está basada en el testimonio de la propia Sara Aldrete, tomado de una entrevista inédita que tuvo lugar en el Reclusorio Preventivo Femenil Oriente en el año 2003.
Como se recuerda, a sus 22 años, Sara, originaria de Matamoros, Tamaulipas, y quien antes de relacionarse con actividades ilícitas estudió Educación Física en la Universidad de Texas Southmost, fue vinculada a una secta encabezada por Adolfo de Jesús Constanzo, apodado “El Padrino de Matamoros”, un santero a quien se le acusó de asesino serial y de mutilar a sus víctimas.
El extraño caso de Adolfo de Jesús Constanzo y “los narcosatánicos” es uno de los más controversiales en la historia de la criminalísitica en México, pues además de sangriento, lo envuelve un aura de misterio por sus implicaciones ocultistas.
Sara Aldrete, quien se encuentra pagando su condena por los cargos de inhumación, exhumación de cadáveres, profanación y el asesinato de 13 personas aparece a lo largo del trabajo audiovisual que se sumerge al mundo criminal de Latinoamérica y narra cómo la mujer fue acusada de ser la líder de un grupo dedicado al narcotráfico, que además de delinquir, realizaba sacrificios humanos y rituales de magia negra y “satanismo”.
Cuando Sara ‘le entró’ al culto de Adolfo de Jesús Constanzo, también conocido como “El Padrino de Matamoros” o “El Brujo” y que en ese entonces ya era un líder traficante de drogas en Matamoros, fue bautizada como ‘La Madrina’.
Por su papel en la secta, la mujer fue condenada en 1990 a 62 años de prisión, pena que en 1995 le fue reducida a 50. Actualmente lleva alrededor de 34 años en la cárcel, acusada de ser la “sacerdotisa” y efectuar “rituales satánicos inducida por el cubano-estadunidense Adolfo Constanzo.
El hombre nacido en Miami, Florida, manejaba operaciones de tráfico de drogas hacia Estados Unidos, lo que fue clave para que las autoridades finalmente desmantelaran a la banda que se convirtió en leyenda.
Tras el asesinato de Mark Kilroy, estudiante de la Universidad de Texas, las autoridades dieron con el paradero de la banda y Sara fue detenida en 1989 durante un operativo ocurrido en un lujoso departamento en la Ciudad de México, en el cual Adolfo de Jesús, tras verse acorralado, pidió a uno de sus “feligreses” que le disparara, desde entonces su nombre pasó a la historia criminal como uno de los asesinos seriales más peculiares del mundo.