Del Puño y Letra de Ignacio López Tarso
-PECIME le otorgó su primer premio de cine en 1964
-María Félix exigió incluirlo en el filme “La bandida”
El primer premio que Ignacio López Tarso ganó en su carrera cinematográfica fue una Diosa de Plata que PECIME le otorgó en el año de 1964 por su labor de coactuación en la película «La bandida», cinta que protagonizó «La Doña», María Félix, quien exigió que en el filme fuera incluido don Nacho, su gran amigo, al que siempre describió como «un hombre guapo, gran actor y todo un caballero».
A partir de entonces, don Ignacio acumuló tal cantidad de premios y reconocimientos, nacionales y extranjeros, que los espacios en su casa resultaron insuficientes para albergarlos, por lo que tuvo que habilitar otras áreas de su residencia para exhibirlos.
El primer actor, fue una de las más grandes figuras de la cinematografía mundial surgidas en nuestro país, pero no sólo del cine sino también del teatro y de la televisión. En el año 2013, PECIME nuevamente tuvo el enorme acierto de otorgarle una Diosa de Plata, en esa ocasión en reconocimiento a su brillante trayectoria artística en los escenarios.
Figura indiscutible de la época de oro del cine mexicano, Don Ignacio fue el protagonista de películas de gran impacto social como «La sombra del caudillo» (1960) y «La Rosa Blanca» (1961), cintas que por su fuerte contenido político fueron vetadas por el gobierno que por varios años prohibió su exhibición.
López Tarso también dio al cine mexicano la primera gran esperanza de ganar un Oscar a mejor película extranjera, con su extraordinaria interpretación de «Macario» en la película del mismo nombre, la cual que representó a México en ese importante evento cinematográfico en 1960.
Trabajó al lado de las más hermosas actrices mexicanas de la época dorada. Con Elsa Aguirre alternó en «Vainilla bronce y morir» (1956), un historia romántica en donde fue el galán del filme. Con Rita Macedo y Marga López protagonizó «Nazarín» (1958), dirigidos por el célebre Luis Buñuel.
En «La estrella vacía» (1958), interpretó el papel de un periodista enamorado de la actriz Olga Lang, interpretado María Félix. La cinta se caracterizó por la pléyade de figuras que aparecen en la historia: Carlos López Moctezuma, Carlos Navarro, Ramón Gay, Rita Macedo, Wolf Rubinskis y Enrique Rambal, entre otras.
Pero no todo fue alegría en el cine para este primer actor ya que su participación en la película «El hombre de papel» (1963) le costó su amistad con el ventrílocuo Carlos Monroy, el creador de los simpáticos muñequitos «Neto» y «Titino». En una de las escenas don Ignacio tenía que maltratar a «Titino» por orden del director, Ismael Rodríguez, quien le exigía realismo. Atendiendo esta instrucción Don Nacho prácticamente destrozó al muñequito ante el enojo y reclamo de Carlos Monroy.
«Qué querías que hiciera Carlos, no lo hice intencionalmente, el director así me lo pidió», en vano trató de explicarle López Tarso al popular ventrílocuo, quien casi llorando trataba de reconstruir a su muñeco «Titino». Esta escena los alejó y prácticamente terminó con su amistad.
Ignacio López López, nombre completo del artista, adoptó el apellido Tarso porque su maestro, el destacado escritor y poeta Xavier Villaurrutia, le aconsejó buscarse uno que fuera más atractivo para el medio artístico. Después de pensar en varios nombres y apellidos, ninguno lograba convencerlo.
Entonces se le vino a la mente el de Santiago Apóstol, a quien había estudiado durante su paso por el seminario cuando de joven quiso ser sacerdote. Recordó que dicho personaje era originario de la ciudad romana de Tarso, entonces lo unió al de López y al percatarse que se oía bien, sin dudarlo lo adoptó como segundo apellido con el beneplácito de su maestro Villaurrutia.
Fue así como nació al cine Ignacio López Tarso, una de las más grandes figuras del teatro, el cine y la televisión. Hoy, como un homenaje a su memoria y a su legado compartimos con ustedes el texto que, de su Puño y Letra, escribió para PECIME: