Con más de 80 años de existencia en la industria fílmica nacional, en la que sus trabajadores han escrito brillantes páginas en la historia del cine mexicano al participar en la filmación de un sinnúmero de películas, la sección 49 del Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (STIC), atraviesa por un momento difícil en el que su existencia está en riesgo.
Pero según su dirigente, el doctor Fernando Ocampo, “no sólo nuestro gremio corre ese peligro sino todos los sindicatos de cine están en la misma situación, porque el personal para filmar una película ahora no lo elige el productor sino un contador o un fiscalista”.
De esta manera el líder sindical describió los cambios que en materia laboral y hacendaria se han venido registrado en el país los cuales han modificado los sistemas tradicionales de trabajo con que los sindicatos de cine prestaban sus servicios a los productores para filmar películas, series y cualquier tipo de material audiovisual.
Concretamente señaló al REPSE (Registro de Prestadoras de Servicios Especializados) en el que deben estar inscritos ante la Secretaría del Trabajo para poder ofrecer sus servicios a los productores además de tener que cumplir con otro tipo de obligaciones de tipo fiscal.
Como consecuencia de esas disposiciones, la sección 49 del STIC que por décadas tuvo como su principal fuente de trabajo a los Estudios América, en donde constantemente se filmaban películas en las que su personal participaba y ahora dichos estudios se convirtieron en foros de Televisión Azteca, enfrenta un grave problema de desempleo que pone en riesgo su permanencia.
Sin embargo, su dirigente, el doctor Fernando Ocampo que reconoce el difícil momento por el que atraviesa su gremio, no se da por vencido sino que por el contrario muestra gran entusiasmo y confianza en que el problema se va a resolver favorablemente para sus representados.
“Estamos luchando para reactivar nuestra sección y para ello estamos acudiendo a las instancias de gobierno indicadas para exponer y tratar de que nos ayuden a resolver nuestros problemas. Somos un sindicato de cine con una tradición de más de 80 años y nuestra contribución a la industria fílmica nacional está inscrita en el libro de oro del cine mexicano”, comentó el dirigente.
Lamentó que por disposiciones laborales y fiscales, la decisión de contratar a personal para rodar una película o cualquier otro tipo de material esté en manos de un contador o de un fiscalista y no suceda como antes en que el productor era quien tenía la última palabra.