En días pasados el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, recibió en Palacio Nacional a un grupo de actrices, actores y cineastas, quienes le plantearon la necesidad de llevar a las comunidades más alejadas del país, el cine mexicano y latinoamericano, con el fin de recomponer a través de la cultura fílmica el tejido social.
Esta inquietud de la comunidad cinematográfica no es nueva; desde hace muchos años se ha buscado hacer llegar el arte fílmico a poblaciones pobres de México, lo cual es una buena idea, pero antes se deben de superar algunas carencias en los lugares donde se desea llevar la exhibición de películas.
Es sabido que el primer obstáculo que se debe superar es generar las condiciones para la proyección pública de los filmes. En estas poblaciones no existen las salas acondicionadas para la exhibición y tampoco se cuenta con un presupuesto oficial que permita crear grupos de técnicos para que acudan a esas apartadas comunidades a exhibir el material fílmico.
En la década de los 90, un conocido empresario modificó la caja de un tráiler y la acondicionó como sala de exhibición, con capacidad para cerca de 50 personas. Obviamente que esto no tuvo el éxito deseado, pues los costos de traslado eran altos. También, en lugar de proyectar la película, se llevaba un proyector de imágenes, aparte de que la pantalla era pequeña, entre otros imponderables.
Con el avance de la tecnología, las posibilidades reales de llevar el cine a los poblados más lejanos de la nación, incrementa su porcentaje de lograrlo. En la actualidad ya se cuenta con pantallas inflables que en cinco minutos se levantan y sus dimensiones son de casi el tamaño de una pantalla de sala normal.
Ahora también es posible llevar las películas en un disco duro para poder conectarse directamente a estas pantallas inflables a través de una computadora y que puedan verlas un amplio número de personas. Obviamente que las mismas se deben de acompañar con grandes bocinas para tener un sonido que pueda ser escuchado por toda la audiencia.
Se espera que en fecha próxima se puedan conocer más detalles de este proyecto que nació de la inquietud del cineasta Jorge Fons y que es secundado por la actriz Arcelia Ramírez y el actor Jorge Zárate, así como el director Luis Mandoki, entre otros.