El más reciente filme de Natalia Beristain, Ruido, se estrenará en el transcurso del año y como ya es común, tendrá una breve “corrida” en salas de cine, para después y casi en simultáneo, llegar a la plataforma de Netflix para su proyección a nivel internacional.
A la directora de los filmes No quiero dormir sola y Los adioses, le emociona el solo hecho de que la gente vea su cinta ya sea en la pantalla grande o en la tranquilidad de su hogar, pues ese es el deseo de cualquier cineasta cuando ya tiene concluida su película.
La pandemia del Covid-19 ha pegado fuerte a la producción fílmica nacional y si antes a las películas producidas en México les resultaba difícil poder entrar a la proyección comercial a nivel nacional, en la actualidad es casi un acto heroico, porque el público no está yendo al cine y si llegan a acudir a un complejo cinematográfico, es para ver las cintas estadounidenses que cuentan con un gran apoyo promocional.
En estos momentos Ruido, se encuentra en la etapa de post producción. La historia cuenta la odisea de una madre quien está a la búsqueda de su hijo desaparecido. Es sin lugar a dudas una cruel realidad que viven en estos momentos miles de mujeres que desgraciadamente desconocen el paradero de sus seres queridos.
Natalia es hija de los actores Arturo Beristain y Julieta Egurrola. Esta última fue la protagonista de Ruido, lo que significó para la cineasta un reto muy agradable y peculiar de tener en el escenario a su progenitora y trabajar al alimón para lograr un gran trabajo fílmico que va a disfrutar el público.