Del Puño y Letra de Walt Disney
Fue el creador de Mickey Mouse, Disneylandia y Disney World
Desde niño soñaba con ser dibujante; su padre era duro con él
La historia de Walt Disney, el creador del famoso ratón Miguelito y de los parques de atracciones Disneylandia, en Los Angeles, California, y Disney World, en Orlando Florida, es por demás admirable. Desde niño soñaba con ser dibujante pero las precarias condiciones económicas en que vivía su familia y la severidad con que lo trataba su padre, no le auguraban un futuro en esa profesión.
Su papá, Elías, carpintero de oficio, por motivos de salud tuvo que vender la granja en donde vivían en un pueblo cercano a Marceline, Missouri y se llevó a la familia a Kansas, City, en donde consiguió empleo como repartidor de periódicos, actividad en la que le ayudaban el pequeño Walt y su hermano Roy, 8 años mayor que él.
El trabajo era duro, se tenían que levantar de madrugada y repartir los diarios casa por casa antes de ir a la escuela. En la temporada invernal sufrían terriblemente para esquivar la nieve sobre todo porque sus gastados zapatos no les ayudaban mucho para realizar su labor. En la tarde, al salir del colegio, nuevamente tenían que distribuir periódicos.
Walt no fue un alumno aventajado en la escuela; desde pequeño dio muestras de su interés por el dibujo. En la granja, en donde vivió de niño, varias veces dejó sorprendidos a sus vecinos por la gran facilidad con que dibujada el entorno natural que los rodeaba. Ya instalado en Kansas, City, además de repartir periódicos ocasionalmente ganaba algún dinero vendiendo sus caricaturas. Fue en este lugar en donde logró matricularse en el Instituto de Arte de la localidad y aprender ahí las primeras nociones sobre la técnica del dibujo.
En su adolescencia, descubrió el cine y fue un suceso que lo dejó sorprendido desde el primer momento. A la edad de 17 años, trató de ingresar al ejército, pero fue rechazado porque era menor de edad. Entonces falsificó su acta de nacimiento y logró unirse a la Cruz Roja como conductor de una ambulancia, a la que decoró en las laterales con caricaturas hechas por él, llegando incluso a publicarse algunas de sus creaciones en el periódico militar “Las barras y las estrellas”.
En 1919, en Kansas City, se empleó como aprendiz de artista en el Estudio de Arte Comercial Pesmen-Rubín, en donde hacía ilustraciones para publicidad, programas de teatro y catálogos. Allí conoció e hizo amistad con Ub Iwerks, un joven de su misma edad extraordinariamente talentoso para dibujar, con quien creó, en diferentes años, compañías que no lograron consolidarse.
En 1923 emigró a Hollywood en busca de ser contratado como director de películas lo cual nunca logró. Por ello, con su hermano Roy creó la empresa Disney Brothers Studio a la que invitó a unirse a su amigo Ub Iwerks. Tres años después cambiaron el nombre de la compañía por la de Walt Disney Studio y también se mudaron porque las instalaciones que tenían eran ya insuficientes.
Con su empresa, Walt creó al conejo Oswald, un personaje de animación con el que realizó varios cortos, pero lo perdió con su principal cliente que se había quedado con los derechos. A partir de ese momento, decidió eliminar los intermediarios y proteger autoralmente sus creaciones.
Durante un viaje en tren de Hollywood a Nueva York, concibió a Mortimer, un simpático ratoncito al que por sugerencia de su esposa le cambió el nombre por el de Mickey. Con la experiencia de lo que le había sucedido con el conejo Oswald, esta vez Walt autorizó legalmente a varias compañías a utilizar a Mickey en sus productos lo que le generó millonarias ganancias.
En 1934, nació el pato Donald que se unió a Pluto y Goofy y en 1937 inició la gran aventura de producir el primer largometraje de dibujos animados en la historia del cine: “Blancanieves y los 7 enanitos”.
La película recaudó 4 millones de dólares, una cifra récord para esa época, que apenas le alcanzaron para cubrir los créditos que había solicitado para producirla ya que el filme triplicó su presupuestado original.
A finales de los años 40, el multimillonario Howard Hughes le ofreció un crédito por un millón de dólares sin intereses, a cambio de que le enseñara el negocio del cine en donde estaba interesado en invertir. Con ese dinero, Walt realizó varios proyectos, entre ellos “La Cenicienta” (1950), “Alicia en el país de las maravillas” (1951), “Peter Pan” (1953) y la costosísima producción de “20,000 leguas de viaje submarino”.
Ganador de 29 premios Oscar con sus películas y documentales, Walt Disney en la cima del éxito se enfocó en hacer realidad un sueño por él largamente acariciado: un parque de atracciones basado en sus personajes. El propio Walt concibió y diseñó Disneylandia, que abrió sus puertas en julio de 1955.
Tiempo después supervisó los esbozos de otro gran parque: Disney World, el cual ya no pudo ver terminado porque murió en diciembre de 1966, sin haber logrado tampoco ver terminada la película “El libro de la selva” (1967), la segunda cinta más comercial de Disney desde “Blancanieves”.
Walt Disney es otro de los personajes que de su Puño y Letra escribió en el Libro de Oro de PECIME una dedicatoria, la cual es motivo de orgullo para los socios tener este valioso acervo cultural y compartirlo con el público: