“La Camarista”, ópera prima de la cineasta Lila Avilés, concedió a Gabriela Cartol la oportunidad de viajar por todo el mundo para ser testigo de la forma en que se reciben y reconocen fuera del país las producciones de cine mexicano que aportan historias capaces de conmover al público sin distinción de idiomas o nacionalidades.

De trato afable, la actriz originaria de Acapulco, refiere haber vivido en 2019 experiencias muy gratas en su encuentro con diversos públicos del mundo gracias a «Eve», la solitaria camarista que en su deseo de superarse, enfrenta la monotonía de sus jornadas laborales en un lujoso hotel, dentro de una narrativa que retrata  la brecha social entre la clase trabajadora y acaudalada.

Después de su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto, “La Camarista” fue nominada en 20 ocasiones, logrando entre otros, nueve reconocimientos como Mejor Cinta en los festivales de cine de Ámsterdam, Marrakech y Morelia (2018); y como Ópera Prima en México, La Habana, Portland y San Sebastián.

“Fue  un extenso recorrido de varios meses que nos obligó a distribuirnos como equipo para poder estar presentes en todos los festivales donde estuvimos seleccionados, una gran experiencia que nos dejó satisfacciones enormes, pero sobre todo mucho aprendizaje” refirió a Pecime Gabriela Cartol, quien recientemente recibió con emoción el Premio a Mejor Actriz que le hicieron llegar desde la ciudad de Cuenca, en Ecuador los organizadores del Festival Tulipán.

En ese contexto, Gabriela destacó particularmente el Marrakech Internacional Festival Internacional Film Festival 2019, donde tuvo la oportunidad de conocer y estar cerca de uno de sus ídolos del cine, el realizador mexicano Guillermo del Toro, del director  Michel Franco y de Marín Scorsese, el reconocido guionista, productor y director estadounidense, entre muchas otras personalidades del cine mundial.

“Ese  recuerdo de mis vivencias con ‘La Camarista’ en su recorrido por el mundo y la cercanía con grandes figuras de la cinematografía, es el que ahora me motiva y me está ayudando a sobrellevar el encierro provocado por la cuarentena y a resistir y tener paciencia con la ‘nueva normalidad’ después del coronavirus, para seguir participando en  proyectos que han quedado pendientes y de los que me gustaría platicarles más adelante”, expresó Cartol, con la sencillez y cordialidad que posee.

En cuanto a los valores de “La camarista”, cinta que califica como “una oda a México y a la clase trabajadora, que somos la mayoría de los que habitamos en México”, subrayó que tienen que ver con las reflexiones sociales que propone la historia, alejada de los estereotipos del cine mexicano.

“Es un homenaje a México y a las camaristas a través de una historia que explora la soledad, la maternidad. Me siento afortunada de haber participado en este proyecto del otro cine mexicano, el independiente”, apuntó Gabriela Cartol.

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Nominada este año a la Diosa de Plata en la categoría a Mejor Actriz, la también intérprete de “Hernán”, la serie protagonizada por Oscar Jaenada en la que dio vida a ‘Ana’, la hija de Moctezuma, aprovecha su permanencia en casa para atender entrevistas con medios internacionales, de manera virtual.

“Estoy muy contenta con lo que ha pasado y sigue pasando con mi carrera y agradecida con Lila Avilés (realizadora de ‘La Camarista’) por haberme confiado a ‘Eve’, personaje al que le puse mucho corazón; con la prensa, con los jurados y con el público de los festivales donde presentamos la película y también con Pecime, por mi nominación a la Diosa de Plata, un premio tan prestigiado e importante…”.

Gabriela Cartol, quien tiene pendiente el estreno de “Cosas imposibles”, drama escrito por la dramaturga tapatía Fannie Soto y dirigido por Ernesto Contreras, nos habló sobre su participación en la “Hernán, la serie”, que le permitió compartir su trabajo con Oscar Jaenada y Dagoberto Gama, entre otros actores.

Mencionó  que fue un reto para ella, ya que le exigió aprender en poco tiempo la lengua tzotzil, para poder sacar adelante las escenas de ‘Ana’ y sobre todo darle la intención que requería cada uno de los diálogos.

“No fue nada fácil, porque es un trabalenguas, pero me sirvió de mucho, ya que después fui requerida por el director Chisco Laresgoiti, para participar en ‘Niebla de Culpa’ (filme que alcanzó a estrenarse antes del inicio de la cuarentena), con un personaje de la comunidad chamula, que también necesitaba expresarse en tzotzil”.

La actriz de “Rencor Tatuado” (película de Julián Hernández), cuya primera aparición en el cine se dio hace 6 años con “La Tirisia”, habló finalmente del tipo de personajes que le atrae interpretar en el cine y aseguró que son las de mujeres fuertes y complejas “que tienen esa sed de demostrar algo”.

Para Gabriela es un gran logro formar parte de la industria del cine mexicano, pero sobre todo poder vivir de su pasión como actriz. “El cine te permite explorar muchas cosas y creo que es una fortuna poder vivir de tu pasión. Siento que  he evolucionado al paso de los años y me gusta ver cómo una niña de provincia pudo llegar al lugar en el que me encuentro; ha sido un camino muy bendecido”, concluyó.

TEXTO: PECIME