Del Puño y Letra de René Cardona

Rodolfo Valentino le ayudó a trabajar en Hollywood

Descubrió a Blanca Estela Pavón y a Susana Guízar

René Cardona descubrió para el cine mexicano a Blanca Estela Pavón y a Susana Guízar, dos figuras de la época de oro, y a Pedro Infante le dio su primer estelar en “Jesusita en Chihuahua” (1942), mientras que Tin Tan apareció por primera vez en la pantalla grande en la película “Hotel de verano” (1944) gracias a él.

Pero más allá de sus valiosas aportaciones, fue un talentoso hombre que con su labor de actor, escritor, productor y director dejó huella en la industria en la que trazó un camino de prestigio que más adelante siguieron su hijo y su nieto (René Cardona II y III).  

A él también le correspondió actuar en las películas “Marihuana” (1936), “El baúl macabro” (1936) y “Allá en el rancho grande” (1936), con las que oficialmente se inició la época de oro del cine mexicano.

De joven aspiraba a estudiar medicina en su natal Cuba pero la crisis económica en la isla lo hizo emigrar con su familia a Nueva York. En esa ciudad su situación no mejoró por lo que ante la falta de recursos económicos finalmente abandonó la idea de ser médico. En su peregrinar por la urbe de hierro, en busca de una oportunidad de trabajo, conoció al galán de la época, el astro hollywoodense, Rodolfo Valentino quien lo ayudó a conseguir empleo como “extra” de películas en Hollywood.

Su primer encuentro con el cine lo dejó tan fascinado que decidió iniciar una carrera en la industria desempeñando los más modestos puestos de trabajo hasta alcanzar el de director de películas. En 1929 se aventuró a producir, escribir, dirigir y protagonizar “Sombras habaneras”, la primera cinta hablada en español hecha en Hollywood.

Con la experiencia adquirida en la meca del cine mundial, René se trasladó a México en 1932 en donde continuó su carrera como actor y, después de conocer y casarse con Julieta, hermana del célebre productor y director, Miguel Zacarías, inició en nuestro país una vertiginosa carrera como escritor, guionista, productor y director.

En 1937 debutó en México como director con la cinta “Don Juan Tenorio”, que él mismo protagonizó y con la cual no tuvo mucho éxito. Pero fueron las películas “Allá en el rancho chico” (1938) y “La Reina del río” (1939) las que lo hicieron trascender al hacer debutar a dos actrices que a la postre se convertirían en figuras del cine mexicano: Blanca Estela Pavón, en la primera, y a Susana Guízar, en la segunda.

A Pedro Infante le dio su primera oportunidad estelar en “Jesusita en Chihuahua” y a Germán Valdés, Tin Tan, lo hizo aparecer por primera en cine en la película “Hotel de verano”. En agradecimiento, ambos actores aceptaron aparecer juntos por única vez en la cinta “También de dolor se canta”, de don René Cardona.

El cine de René Cardona también dedicó especial atención al público infantil para el que produjo y dirigió las cintas “Pulgarcito” (1957) y “Santa Claus” (1959) y en las décadas de los años 60 y 70 se involucró en el cine fantástico dirigiendo películas de luchadores, entre ellos de “El Santo” y “Blue Demon”.

Sus filmes “La isla de los hombres solos” (1974), “El pequeño Robin Hood” (1975) y “Supervivientes de los Andes” (1976) alcanzaron el éxito internacional. Hoy en este espacio compartimos el texto que, de su Puño y Letra escribió en el Libro de Oro de PECIME este gran cineasta a quien mucho debe la industria.