Del Puño y Letra de Toshiro Mifune
El famoso actor japonés que vino a México a hacer el papel de un indígena oaxaqueño
En 1961 Toshiro Mifune acaparó las miradas del público y la atención de la prensa porque llegó a México vestido con un “Monsuki”, un elegante traje de gala japonés. Venía contratado por el director Ismael Rodríguez, quien lo convenció de hacer el personaje de un irresponsable indígena oaxaqueño para la película «Animas Trujano», en la que compartió créditos con Antonio Aguilar, Eduardo Fajardo, Flor Silvestre y Columba Domínguez, ésta última, por cierto, se convirtió en su amiga.
Para filmar en nuestro país, el actor, de fama mundial, rechazó jugosas ofertas económicas que le hacían productores de películas y de televisión de Estados Unidos y de Japón, quienes deseaban contar con sus servicios. Pero a Toshiro le atraía conocer México y el papel que le ofreció Ismael, además de gustarle, le brindaba la oportunidad de visitar el lugar que más había llamado su atención cuando lo vio en una revista: Oaxaca.
Por ello no dudó en aceptar venir a México a pesar de ganar menos dinero del que le ofrecían en proyectos norteamericanos y japoneses. Y aquí, en nuestro país, se sintió a gusto y se ganó la simpatía de la gente desde el momento en que, a su llegada, declaró haber estudiado mucho su personaje y las costumbres de nuestro país para estar listo a interpretar a “Animas Trujano”, sin importarle la barrera del idioma.
Lo que sucedió fue que Narciso Busquets, con quien tenía un timbre de voz muy parecido, le prestó la suya para doblarlo en la película. Esto no impidió que Toshiro mostrara gran profesionalismo e interés por el personaje del que estudió los diálogos durante varios meses, por lo que el movimiento de sus labios fue tan perfecto que no se notaba que le estuvieran doblando la voz, parecía que hablaba él.
En Oaxaca, Mifune se sintió cómodo. Al llegar al set, antes de empezar a filmar, tenía detalles con sus compañeros a los que regalaba recuerdos de su país. Esto hizo que entre ellos se creara un ambiente de cordialidad y de camaradería. Con Columba Domínguez estableció una gran relación de amistad que se extendió más allá de la película, pues meses después de haberse ido de México seguía en comunicación con la actriz mexicana mediante cartas.
Como resultado de esa cordialidad y buen ambiente que prevaleció durante la filmación, “Animas Trujano” fue una película exitosa que gustó y fue nominada al Oscar y a los Globos de Oro en 1962, en la categoría de Mejor Película Extranjera.
Ismael Rodríguez, el director, no escapó al cuestionamiento de por qué había traído a un actor japonés para hacer a un indígena oaxaqueño. Sin dudar ni un momento en su respuesta, el cineasta dijo: “Porque necesitamos abrir mercados para impulsar la raquítica industria cinematográfica mexicana y Toshiro nos brinda esa posibilidad”.
Ismael no se equivocaba, en el momento de contratarlo, Toshiro era el actor japonés más conocido en el mundo y una figura reconocida de la cinematografía mundial. Varias de sus películas, en las que fue dirigido por el prestigiado cineasta Akira Kurosawa, de quien se convirtió en su actor de cabecera, lo habían proyectado internacionalmente, además de que tenía el blasón de haber ganado el premio a Mejor Actor en Festival de Cine de Venecia.
Hoy este espacio lo dedicamos a esta figura de la cinematografía mundial a quien también recordamos en la serie “Shogun, señor de los Samurais” y compartimos las líneas que el astro japonés escribió, de su Puño y Letra, en el libro de oro de PECIME.