El drama de un adolescente solitario afectado por el abandono de su padre y la relación turbia y vulnerable que tiene con su madre, una mujer conflictiva y autoritaria que lo lleva a empeorar su condición mental y perder el control de sus emociones, sustentan la historia de “Alex Winter”, ópera prima del director y fotógrafo regiomontano César Demian, que tendrá su estreno comercial en México a finales de año.
Con las participaciones de Sebastián Aguirre Boëda, Úrsula Pruneda, Fernando Roldán, Fernando A. Ríos y Eduardo Gómez Escamilla, el filme llegará a las salas después de haber ganado premios y reconocimientos como el Visions IMCINE, Festival Internacional de Cine de Berlín EFM 2018 (Work In Progress); Festival Internacional de Cine de América 2017 e Incubadora Guanajuato Film Festival 2017, entre otros, a los que se suman los obtenidos en Festivales como el de Distribución Cinemex, FICAH (Mejor largometraje de ficción), FICUNAM y FIC Hermosillo.
Presentado con funciones agotadas en la edición más reciente del Festival Internacional de Cine de Monterrey (FIC), “Alex Winter”, es un thriller psicológico de cine independiente producido por Michelle Andonie y Rubén Garza; Ricky Mansilla y Carlos Villarreal (productores ejecutivos), que explora la naturaleza humana en situaciones vulnerables a través de los diferentes estados mentales de sus personajes.
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El desempeño de Sebastián Aguirre interpretando a “Alex Winter”, un muchacho confinado por su pueblo, casa y madre en una solitaria vulnerabilidad que trastorna su estabilidad mental, y el de Ursula Pruneda en el papel de su autoritaria progenitora en el filme, fue clave para contar esta historia, y un desafío para el director César Demian, quien asegura que el desarrollo de las escenas dramáticas que requería este thriller psicológico, implicó un gran aprendizaje para él.
Demian refirió a Pecime que el guión de su ópera prima se gestó en 2015 como parte de su tesis en la especialidad de dirección y producción de cine. “En ese tiempo pasé por momentos muy difíciles y había días en los que ni yo mismo me reconocía; anteriormente había dejado otras carreras como arquitectura y arte digital para realmente aprender cine y eso me sirvió para poner los pies en la tierra y tomar todas estas experiencias oscuras y plasmarlas en el guión de Alex Winter”.
Mencionó que uno de sus desafíos fue lograr que los personajes de la película pudieran transmitir las emociones por las que pasaba en esos momentos, sin caer en lo personal o autobiográfico, además de la dificultad que implicó financiarla independientemente y sin fondos públicos.
En cuanto a su trabajo de filmar en la naturaleza, dijo que también tuvo su complejidad, “ya que por más que contemples con tiempo, las cosas pueden cambiar… el clima cambia drásticamente sin avisar… a veces el frío congelaba los caminos durante la madrugada y se complicaba el acceso a ciertas locaciones, no había señal en la sierra. Al llover los caminos de terracería se llenaban de lodo, pero al final del día, ver el material nos animaba y nos daba fuerzas para terminar la película”.
En otro orden de ideas, César Demian destacó que como cineasta le gustaría que la industria cinematográfica en México fuera más equitativa y que tenga un balance justo entre el cine nacional, el cine comercial y el cine independiente, sin verlos como mundos diferentes, “que sea más diverso e inclusivo pero sobre todo que el gobierno, a pesar de sus cambios drásticos, siga apoyando al séptimo arte a través de los estímulos y fondos que son sumamente importantes e indispensables, sin recortes presupuestales”.
“Nos urge creer y crecer dentro de nuestro propio país, que no tengamos que irnos a estudiar o trabajar en el extranjero solo porque «allá sí se puede». México es poderoso y nuestra cultura y nuestra gente es capaz de lograr un cambio verdadero si nos lo proponemos, no solo en nuestro país sino también en el mundo”, concluyó el realizador.
TEXTO: PECIME/ FOTOS: CORTESÍA CÉSAR DEMIAN