La legislación actual permite muchos abusos que se refugian en la competencia amparada en las leyes del libre mercado firmadas en el TLCAN, lo que afecta al cine mexicano, por lo que es necesario “buscar una mayor equidad para poder competir con el cine estadounidense de una manera más justa”, afirma el cineasta Rubén Rojo Aura.
En entrevista, el realizador del documental “El ruiseñor y la noche. Chavela Vargas canta a Lorca” (2015) y “Carretera del norte”, trabajo por el que en 2008 fue reconocido con la Diosa de Plata en la Categoría a “Mejor Cortometraje”, entre otros premios nacionales e internacionales, destacó que al buscar una mayor equidad dentro de las nuevas políticas gubernamentales del gobierno de la 4T en materia de cinematografía, se lograría que las películas nacionales salgan a la luz sin ser necesariamente comerciales.
“Hoy es prácticamente imposible que una producción nacional salga a la luz a menos de que sea una película que se le considere ‘comercial’. Creo que debería buscarse una mayor equidad para las películas mexicanas a la hora de salir a los cines y poder competir con el mercado estadounidense de una manera más justa”.
Para romper el círculo vicioso de lo anterior -mencionó- también es necesario crear un público más exigente y ávido de ver formas de narrativa distintas a la hollywoodense. “En algunas ciudades europeas se enseña el cine de autor como materia en la educación primaria. Me parecería ideal una educación cinematográfica desde la niñez. Creo que no solo veríamos el cine desde otra perspectiva, sino la vida misma”, enfatizó.
No obstante, el joven cineasta, quien participó como actor en la cinta «Elisa, antes del fin del mundo», reconoce que los realizadores mexicanos celebran los apoyos que reciben para incentivar los procesos creativos de sus proyectos a través de las convocatorias del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), que les permiten empezar a trabajar desde las líneas argumentales hasta el desarrollo de una carpeta.
“Creo que en ese sentido tenemos la suerte de estar en este país. No en todos lados se dan tantos apoyos, aunque obviamente siempre vamos a querer más, pero desde mi punto de vista creo que hasta el momento se ha hecho un buen trabajo”, mencionó.
Rubén Rojo Aura trabaja actualmente en la edición de “Coraje”, su película más reciente protagonizada por la primera actriz Martha Aura (su madre) y Simón Guevara (su hermano), al frente de un reparto conformado por Fernando Becerril y Esteban Soberanes, a quienes se suman María Aura, Marilú Cendejas, Álvaro Marenco, Rodolfo Arias, Pilar Padilla, Williams Sayago, Héctor Yaza, Sandra Galeano y Héctor Sandoval, con actuaciones especiales.
Escrita por Rubén Rojo y César Tejeda, la trama de “Coraje” -cinta que espera tener lista para su exhibición a finales de este año-, se centra en “Alma”, una actriz de 76 años con una enfermedad de la retina que la está dejando legalmente ciega y teme perder su lugar en la compañía teatral a la que pertenece. “Alejandro” regresa a casa de “Alma” (su madre), después de años de vivir fuera de México, en su intento por alejar el alcohol de su vida. La crisis personal de cada uno los llevará a reencontrarse entre ellos después de haber pasado décadas sin poder tejer una relación emocional entre sí.
Dirigir profesionalmente a su madre y a su hermano, tomando en cuenta que “Coraje” se inspira en hechos que marcaron los años más recientes de la vida de Martha Aura, representa un reto para Rubén como cineasta: “El principal reto durante el rodaje radicaba en ellos, la complejidad que implica para dos actores con una enorme trayectoria teatral interpretar personajes que son tan parecidos a ellos mismos y lograr separarse para poder colocarse en el mundo de la ficción…
“Yo los admiro muchísimo por querer hacer esta película: Despegarse de sus propios demonios, observarlos y exhibirlos no debe ser fácil. Sin embargo, a pesar de esto, debo decir que siempre hubo total confianza en lo que estábamos haciendo y su profesionalismo hizo que todo fluyera de una forma absolutamente positiva.
“Creo que no hay mejor manera para trabajar… la verdad es que la pasamos muy bien y no solo eso, ahora somos mucho más unidos que antes del rodaje. Definitivamente este proyecto ha tenido un carácter terapéutico para todos”.
En cuanto al proceso y las dificultades a las que se enfrentó para sacar adelante este drama, cuyo rodaje se hizo a finales de 2018 en locaciones de la ciudad de México con financiamiento prácticamente privado, mencionó que fue fundamental el interés y la colaboración que obtuvo de los miembros del elenco y de su equipo de producción, conformado por Samantha Guillén, Marco Antonio Salgado, Raúl Berninches y Peter Keydel.
“Y estoy muy contento con el equipo que armamos, cada elemento del crew fue crucial para que esta película se pudiera filmar (en formato 3.2K color); hicimos una muy buena familia y además la pasamos muy bien haciéndola, de una forma muy íntima, con un crew pequeño, utilizando la luz natural y con pocos elementos de producción.
“En la filmación todo fluyó sin contratiempos, creo que la principal dificultad radicaba en lo expuesto anteriormente, en tener que alejarme como familiar de mis actores principales y poder observarlos desde afuera”.
Producida por Apapacho Films, Cinema226 y Mago Production, en coproducción con Honey Bastards, Light Rent e Itaca Films con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía, Arte7 y Contigo América, “Coraje” ha tenido reconocimientos internacionales desde su nacimiento.
Tras pasar por Guadalajara Talents (2018) y el Spanish Screenings del Festival de Málaga (2018), donde obtuvo el premio Cineand para su posible distribución en España, esta coproducción hispanomexicana formó parte este año de la sección Work in Progress “Los Cabos goes to Cannes” que la seleccionó para participar en la 72ª edición del Festival de Cannes (Marchédufilm), lo que genera en Rubén “un sentimiento contradictorio”
“Por un lado me siento contento de estos pasos que se han venido dando desde el rodaje de la película, pero por otro, es imposible no sentirse un poco agobiado por las expectativas que se van generando. Ya no hay marcha atrás y eso siempre da un poco de miedo, pero un buen miedo, que es el que ayuda a seguir caminando”, concluyó el cineasta.
TEXTO: PECIME/ FOTOS: Cortesía de Apapacho Films