Del Puño y Letra de Víctor Junco
A pesar de que Víctor Junco fue uno de los galanes más cotizados del cine mexicano y trabajó al lado de las más hermosas actrices de la época de oro, como fueron los casos de Elsa Aguirre, María Félix, Silvia Pinal, Ninón Sevilla, Lilia Prado, Gloria Marín, Lilia del Valle, Blanca Estela Pavón, Amalia Aguilar y Miroslava, entre otras, sólo se casó una vez y lo hizo con una italiana, Rina Pasquini Trachi, actriz, cantante y bailarina, con la que procreó a su única hija, Enriqueta Balbina.
Su galanura y gran capacidad histriónica lo llevó a ser considerado para trabajar en películas internacionales. En 1963 participó en la producción México-Argentina “La Diosa Impura”, una cinta que estaba destinada para Pedro Armendáriz, quien poco antes de que iniciara la filmación se quitó la vida agobiado por el terrible cáncer.
Por su experiencia y personalidad, Víctor Junco fue requerido para suplir a Armendáriz en esta película, en la que también participaron la actriz Isabel Sarli y Julio Alemán. Pero no fue ésta la única cinta de corte internacional en la que participó; en 1968 trabajó en “The Big Cube”, con Lana Turner, un año después, en 1969, alternó con John Wayne y Rock Hudson en “The Undefeated”. Su última aparición en una producción mundial se dio en 1982 en la película “Antonieta”, de Carlos Saura, protagonizada por Isabelle Adjani.
Víctor Junco fue un hombre que antes de incursionar en el medio artístico se desempeñó en su natal Veracruz como salvavidas, pues era un gran nadador. Con su hermano, Tito, quien también fue un brillante actor de la época de oro, estudió actuación en la ciudad de México, en el Instituto Nacional de Bellas Artes, y arte dramático con el maestro Seki Sano, forjador de varias generaciones de actores y actrices que con el tiempo se convirtieron en figuras del cine y del teatro.
Como muchos artistas, Víctor Junco se inició desde abajo, como extra de cine, hasta que en 1945 Emilio “El Indio” Fernández le dio su primer rol importante en la película “Las abandonadas”, al lado nada menos que de la diva Dolores del Río y de Pedro Armendáriz.
No obstante, su primer papel protagónico lo tuvo en “Rosa del Caribe”, en la que alternó con dos grandes figuras femeninas del celuloide, María Elena Marqués y Katy Jurado; posteriormente, en 1946, tuvo su prueba de fuego cuando participó en “La otra”, dirigido por Roberto Gavaldón, quien tenía fama de “ogro”, pues exigía demasiado a los artistas con no muy buenos modales que digamos.
Fue a partir de esa película que Víctor Junco escaló la cima del éxito, pues a esa historia le siguieron filmes de gran trascendencia como “La bien pagada” (1948), con María Antonieta Pons y Blanca Estela Pavón; “Nocturno de amor” (1948), con Miroslava; “Coqueta” (1949), con Ninón Sevilla y “Secreto entre mujeres” (1949), con Charito Granados y Carmen Montejo.
Sin embargo, de su amplia filmografía destacan sus actuaciones en las cintas “Doña Diabla”, en la que trabajó con María Félix; “La sombra del caudillo”, que reunió a una pléyade de artistas de la época de oro y que por su contenido político estuvo muchos años “vetada”; “La rebelión de los colgados”, en la que alternó con la debutante Ariadne Welter y con los actores Pedro Armendáriz y Carlos López Moctezuma; “Pecado mortal”, al lado de Gloria Marín y Silvia Pinal y “La mujer del puerto”, película de la cinematografía mexicana, con María Antonieta Pons.
Víctor Junco, gran figura del cine mexicano fue gran amigo de los socios de PECIME y hoy les compartimos el texto que dedicó a la agrupación en el año de 1956
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