Filmar en México una película resulta un reto, porque los costos de producción (sueldo de artistas, de técnicos y trabajadores, hospedajes, transportes, etc.), constantemente suben de precio, explicó el cineasta Joaquín Bissner, quien planteó la posibilidad de que en el cine mexicano se regrese al sistema de cooperativas para hacer frente al problema económico.
Recordó que esta forma de trabajo no es nueva, pues ya antes existió en la industria cinematográfica mexicana como fórmula para abatir costos de producción. “Los productores tenemos que buscar mecanismos que nos permitan hacer películas con presupuestos no muy altos y, sobre todo, que sean rentables para recuperar nuestras inversiones”, agregó.
En este sentido, dijo que las películas de comedia son una buena opción, pues en los últimos años esta clase de cintas se han convertido en éxitos taquilleros, por lo que anunció que él se mantendrá en esta línea de trabajo porque hasta el momento le ha dado buenos resultados.
El también director, escritor y actor, a quien se deben películas como “Me late chocolate”, “Cansada de besar sapos”, “Santo enredo”, “Todas mías”, “Un baúl lleno de miedo” y “¡Que vivan los muertos!”, éstas dos últimas bajo la producción del desaparecido Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, adelantó que en el 2018 estrenará “Te juro que yo no fui”, una comedia en la que participan Mauricio Ochmann y la actriz española Marta Hazas.
También dijo que prepara dos proyectos cuyos títulos son “Como la palma de mi mano” y “Sapos y princesas”, los cuales espera poder realizar en el 2018. Joaquín Bissner fue de los cineastas a quien la Sociedad de Directores de Cine, que preside Rubén Galindo Aguilar, otorgó hace unos días la Medalla de Plata al Mérito del Director, por cumplir 25 años de actividad en la industria.
TEXTO: PECIME