Del puño y letra de Gabriel Figueroa

Figura emblemática de la cinematografía mexicana del siglo XX, Gabriel Figueroa dotó al cine nacional de fuerza expresiva y profundidad poética de corte nacionalista. Reconocido como uno de los pilares de la llamada Época de Oro del cine mexicano, trabajó con directores de México, Estados Unidos y Europa en una gran gama de temas y géneros, al tiempo que consolidó un estilo visual distintivo en su filmografía conformada por más de 200 películas.

Su forma particular de trabajar la luz y un universo de claroscuros, con los que el cine mexicano erigió un imaginario estético y político sin precedentes, quedó registrada  en cintas memorables como “Allá en el Rancho Grande”, “María Candelaria”, “La perla”, “Enamorada”, ”La malquerida”, “Maclovia”, “Río Escondido”, “Los olvidados”, “El rebozo de la Soledad”, “Simón del desierto” y “Macario”, entre muchas otras, a las que se suma la película “Bajo el volcán”, basada en la novela homónima de Malcolm Lowry y dirigida por John Huston.

Gabriel Figueroa mantuvo una estrecha relación de amistad con los socios de PECIME, para quienes en enero de 1955 rubricó una dedicatoria de puño y letra, que conservamos en nuestro Libro de Oro: