El cine mexicano de comedia familiar está de plácemes porque la película, “Me gusta pero me asusta”, superó el millón y medio de espectadores, en solo dos semanas de exhibición. Esta cifra resulta por demás significativa si se considera que la cinta se estrenó en condiciones sumamente difíciles, pues debido al sismo del 19 de septiembre mucha gente, por precaución y temor, dejó de asistir a las salas de exhibición y algunos complejos cinematográficos de Cinemex y Cinépolis, cerraron temporalmente para que sus instalaciones fueran revisadas como medida de seguridad.
La cinta, estrenada tres días después del movimiento telúrico (22 de septiembre), ha logrado llamar la atención de los espectadores, en gran parte gracias a la recomendación que de boca en boca se ha hecho de la película, cuyos productores tuvieron el acierto de retomar la vieja fórmula de hacer cine de comedia al que pueden asistir a verlo todos los miembros de una familia, es decir, niños, adolescentes, adultos y gente mayor, sin el riesgo de escuchar majaderías y ver escenas de sexo, muchas veces innecesarias e injustificadas.
En la aceptación que la película está teniendo, es también meritorio que el éxito se esté logrando con la participación de dos actores debutantes en el cine mexicano, Minnie West y Alejandro Speitzer, protagonistas de la historia, para quienes se abre un enorme horizonte de trabajo en la industria fílmica nacional.