Del Puño y Letra de Ramón Armengod

Antes de galán de cine y cantante fue vendedor de alhajas

Murió al sufrir un infarto cuando manejaba su auto a Acapulco

Antes de convertirse en galán y en figura de la época de oro del cine y de la radio en México, Ramón Armengod sufrió la incomprensión de su padre quien se oponía a que fuera cantante y actor porque creía que no tenía ningún futuro en ese medio y que lo más seguro es que se muriera de hambre.  

Armengod nació en el puerto de Veracruz y desde niño soñaba con ser cantante y actor, algo a lo que su padre se oponía pues no veía con buenos ojos que su hijo entrara a ese ambiente en el que pensaba no tenía oportunidad de progresar y más bien lo incitaba para que estudiara una carrera universitaria. 

Para no contradecir a su padre, Ramón entró a trabajar de empleado en una joyería en su natal Veracruz en donde se distinguió como buen vendedor de alhajas y relojes, pero su objetivo no era el comercio sino ser cantante por lo que al cumplir los 18 años, ya con la mayoría de edad, se vino a la capital en busca de hacer realidad su sueño.

Aquí, en la ciudad, a diario hacia filas, al igual que muchos otros artistas de la época que en ese momento no eran tan conocidos, en las afueras de las estaciones de radio XEB y XEW que, en aquel entonces, eran catedrales de la música mexicana y un sitio obligado por el que tenía que pasar todo aquel que deseara hacer una carrera artística.

En esa fila de soñadores en las afueras de las dos radiodifusoras, ávidos de una oportunidad que les permitiera darse a conocer, deambulaban, entre otros: Jorge Negrete, Emilio Tuero, Pedro Vargas, Agustín Lara, Antonio Aguilar, María Victoria y Francisco Gablindo Soler “Cri Cri”, por mencionar sólo a algunos.

En su peregrinar por las estaciones de radio, Ramón conoció y se hizo amigo de Jorge Negrete y Emilio Tuero, con quienes acostumbraba reunirse a platicar en alguno de los restaurantes aledaños a la B o la W y algunas veces pagaba la cuenta  Jorge y en otras Emilio y cuando Ramón conseguía presentaciones era él quien los invitaba.

El debut de Armengod como cantante fue discreto pues como integrante de la compañía teatral de Margarita Carbajal consiguió empleo para interpretar las operetas de una representación artística que se presentaba en el teatro Esperanza Iris. 

No obstante su buena voz y presencia no pasó desapercibida para los empresarios de cine que antes lo habían visto presentarse en la XEB y en la XEW y vieron en él a una futura estrella de la cinematografía, por lo que a Ramón lo hicieron debutar en 1929 en la película “El águila y el nopal”, bajo la dirección de Miguel Contreras Torres.  

A dicha película le siguieron otras de gran éxito como “Noches de ronda”, “Palabras de mujer”, “Pervertida”, Pecadora”, “Negra consentida”, “La última noche”, El pecado de ser pobre”, “Víctimas del divorcio”, “Música, mujeres y amor”, “Infierno de almas”, y “Hotel de verano”, ésta última en la que debutó Germán Valdés Tin Tan.

Pero el momento culminante de Armengod se dio en 1935 cuando en la XEW inició el programa “Melodías radiantes”, al mismo tiempo que bajo la dirección de Fernando de Fuentes, filma la película “La familia Dressel”. Estos dos acontecimientos, además de darle una gran popularidad lo confirmaron como uno de los artistas favoritos del público.  

Ante su gran éxito en México, Ramón propuso a sus amigos, Jorge y Emilio ir a trabajar a Estados Unidos. Emilio Tuero declinó por los buenos resultados que tenía en México y considerar que el viaje era una aventura riesgosa, mientras que Jorge Negrete aceptó y con Armengod formó el dueto “The Mexican Caballeros”, con el que hicieron presentaciones en gran parte de la Unión Americana.

A su regreso a México, Ramón hizo un receso en su carrera sin que el público lo olvidara gracias a que sus éxitos musicales “Prisionero del mar”, “Palabras de mujer”, “La última noche”, “Bonita” y “Mujer”, se seguían oyendo en la radio.

Justo cuando intentaba regresar al medio artístico, ocurrió que cuando se dirigía a Acapulco, a la altura de Chilpancingo, sufrió un accidente automovilístico ocasionado por un infarto que le dio cuando conducía su vehículo. Hoy en este espacio, les compartimos el texto que escribió para PECIME: