Del Puño y Letra de María Félix

-“La Doña” se odiaba con Jorge Negrete y terminaron en el altar

-Se miraba en un aparador cuando la descubrieron para el cine

María Félix, “La Doña”, odiaba a Jorge Negrete y todos los días peleaba con él durante la filmación  de la película “El peñón  de las ánimas”, al grado de que el director, Miguel Zacarias, estuvo a punto de cancelar el filme. Tiempo después de los fenomenales pleitos que sostenían, los dos artistas limaron asperezas y contrajeron nupcias en una de las bodas más glamorosas y comentadas de aquella época.

La razón del enojo de Jorge era porque él deseaba que la protagonista de la historia fuera su novia Gloria Marín, pero el director, Miguel Zacarías, se empeñó en que el papel principal lo hiciera María Félix, porque veía en ella cualidades de una futura estrella y, no se equivocó, con el tiempo “La Doña” se convirtió no sólo en figura del cine nacional sino en una más de las divas de nuestra cinematografía, al lado de Dolores del Río.

A María Félix la descubrió el director Fernando Palacios, quien  caminando por las calles del centro de la ciudad le llamó la atención una jovencita que se miraba en la vitrina de un aparador. Atraído por su belleza, no dudó en acercársele y proponerle trabajar en el cine.

Al principio María pensó que se trataba de una broma, pero al darse cuenta de que la propuesta era sería aceptó y, tres años después su descubridor, Fernando Palacios, la hizo debutar en su película “China poblana”,  al lado de Miguel A. Ferriz, Miguel Inclán y Tito Novaro.

Su gran debut, sin embargo, se dio cuando el reconocido cineasta, Miguel Zacarías, le dio el papel protagónico de la película “El peñón de las ánimas”, alternando con “El charro cantor”, Jorge Negrete, con quien durante la filmación se insultaba y ofendía sólo para que tiempo después, esa antipatía se convirtiera en amor y culminara en matrimonio.

Antes, María estuvo unida al vendedor de cosméticos Enrique Alvarez Alatorre, con quien se casó a la edad de 17 años y con quien procreó a su único hijo, Enrique. 

Debido a su juventud e inexperiencia, María se divorció 7 años después y su exesposo, en venganza, vino a la ciudad de México, en donde María trabajaba como recepcionista en el consultorio de un cirujano plástico y se llevó secuestrado al pequeño Enrique, negándose a devolvérselo.

Fue entonces que María profetizó las siguientes palabras: “Algún día seré más influyente que tú y te lo quitaré”, y así sucedió cuando en la cima del éxito “La Doña” contrajo matrimonio con el músico y poeta, Agustín Lara, quien como regalo de bodas le compuso la canción “María bonita”, además de ayudarla, con sus influencias, a recuperar a su único hijo, Enrique Alvarez Félix.

Tiempo después estuvo casada con el banquero francés Alexander Berger, con quien duró 18 años, en una de sus relaciones sentimentales más sólidas pues tras la muerte de éste, en 1947, “La doña” cayó en una fuerte depresión que la hizo estar internada en una clínica durante un año.

En su última relación amorosa, que para muchos fue más bien una relación de amistad, María Félix vivió al lado del pintor francés Antoine Tzapoff, con quien estuvo ligada durante largos 19 años. 

Consolidada como figura del cine nacional, María extendió su fama más allá de las fronteras de México al hacer carrera en toda Latinoamérica, en España, Francia e Italia. 

Dirigida por Emilio “Indio” Fernández, participó en tres películas fundamentales en su filmografía: “Enamorada” (1946), al lado de Pedro Armendáriz; “Río Escondido” (1947), Con Carlos López Moctezuma y Fernando Fernández y “Maclovia” (1948), con Pedro Armendáriz y Miguel Inclán.

Con las películas “La mujer sin alma” (1943), “Doña Bárbara” (1943), “La mujer de todos” (1946), “¡Qué Dios me perdona!” (1947) y “Doña diabla” (1949), empezó a forjarse la imagen de destructora de hogares y “devoradora de hombres”.

En algún momento de su carrera, la actriz confesó que “con ese tipo de historias empezó a crearse mi leyenda sin que yo moviera un dedo. La imaginación de la gente hizo todo por mí”.

El público también la recuerda en “Tizoc”, del realizador Ismael Rodríguez, que a la postre fue la última película que filmó Pedro Infante, ya que poco tiempo después murió en un accidente de aviación.

“Hoy en este espacio recordamos el momento en que PECIME le entregó a esta Diva del Cine Mexicano la Diosa de Plata, por su brillante trayectoria, la cual, pidió se le entregara en su domicilio particular de Polanco y, al recibirla, expresó la siguiente frase: “Como se tardaron, pero aquí estoy, en PECIME, con mis amigos”.