El Monte de Piedad vive momentos aciagos, puede desaparecer; Irma Serrano, acudía a empeñar joyas

El Nacional Monte de Piedad, el sitio al que populares artistas como Irma Serrano, “La tigresa”, en sus inicios artísticos acudía a empeñar sus joyas, y que también motivó la filmación de una película del mismo nombre en la que participó una pléyade de figuras de la época de oro del cine nacional, vive momentos aciagos que amenazan con su desaparición si el sindicato de trabajadores de la institución y el patronato que lo administra, no llegan a un acuerdo laboral en los próximos días.

La institución, fundada hace más de 250 años por el minero Pedro Romero de Terreros, que en sus muros guarda valiosos tesoros e interesantes historias, estaba emplazada a huelga para el pasado 20 de enero, pero ésta se pospuso para el 10 de febrero con la finalidad de que los representantes de los trabajadores y el patronato que la administra lleguen a un arreglo.

El Monte de Piedad, la casa de empeño en la que en el primer mes de cada año se realizan más de 70 mil préstamos prendarios a personas que enfrentan la difícil cuesta de enero, en la década de los años 50 fue tema de la película del mismo nombre, en la que participó un gran número figuras de la cinematografía mexicana, entre ellas: Jorge Mistral, Emilia Guiú, Armando Calvo, Carmen Montejo, Miroslava, Carlos Martínez Baena, José Elías Moreno, Emma Roldán, Arturo Soto Rangel, Joaquín Cordero y María Victoria, entre otras luminarias.

La cinta, que también catapultó al éxito al actor cómico Antonio Espino “Clavillazo” que después de debutar en esta película se convirtió en figura del cine nacional, retrata fielmente lo que acontece en esas instalaciones y sus alrededores en donde, los llamados “coyotes”, están a la caza de gente humilde a la que convencen de que les vendan sus boletas de empeño, obviamente a un precio muy inferior al del que la prenda fue empeñada.

Algunos pasajes que se muestran en la película no están alejados de la vida real, como el del músico que acude a empeñar un auténtico violín Stradivarius. En la historia real del Monte de Piedad, un músico llevó a empeñar un violín de estas características el cual, según los valuadores, formaba parte de una producción que se había hecho para todo el mundo de sólo 50 piezas, por lo que los instrumentos musicales tenían un número de serie que garantizaba su autenticidad.

Lo interesante de la historia es que el músico afirmaba que el violín se tenía que tocar todos los días pues sino corría el riesgo de desafinarse, por lo que solicitó y obtuvo de la administración, permiso para ir todos los días a tocarlo y fue así como durante el tiempo que estuvo empeñado, personal del Monte de Piedad y gente que acudía a las instalaciones disfrutaban de un recital de violín todos los días.

Otra historia importante que guardan los muros del Monte de Piedad, es referente al premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, ya que cuando escribía su célebre novela de “Cien años de soledad”, acudió a empeñar su batidora y un calentador para obtener recursos que le permitieran enviar su manuscrito.

El jugador del equipo Cruz Azul, Víctor Ruiz, fue otro de los asiduos “clientes” del Nacional Monte de Piedad pues con cierta regularidad acudía a empeñar diversos objetos lo que la gente aprovechaba para solicitarle autógrafos.

Es así como esta institución que ha jugado un importante papel en la vida social de México, corre el riesgo de desaparecer porque la directiva pretende una renegociación del actual contrato laboral, mientras que el sindicato no parece estar dispuesto a realizar modificaciones al mismo.

La titular del trabajo del gobierno federal, Luisa María Alcalde, interviene entre las partes para tratar de que lleguen a un arreglo antes del 10 de febrero, fecha en que está emplazado a huelga el Nacional Monte de Piedad.