Se hizo justicia, protagonistas de «Duda razonable» ya están libres

Una vez más el poder del mensaje del cine vuelve a traer alegría a humildes personas que durante siete años y medio fueron privados de su libertad. Primero fue con “Presunto culpable”, en 2008 y ahora fue “Duda razonable”, donde tres hombres fueron indebidamente acusados de un intento de secuestro en donde obviamente no tomaron parte.

El cineasta Roberto Hernández y la productora Layda Negrete volvieron a mostrar la podedumbre del sistema judicial mexicano y de nueva cuenta hubo un final feliz para estas personas que en Macuspana pasaron siete años y medio privados de su libertad y viviendo los horrores de estar en la cárcel siendo inocentes.

El caso de Juan Luis, Gonzalo y Héctor se expuso en la docuserie “Duda razonable”, la cual se proyectó a través de Netflix. Este trabajo fílmico permitió sacar a la luz, la injusticia por parte de las autoridades judiciales del estado de Tabasco hacia ellos y sobre todo de haber sido condenados a 50 años de prisión.

Layda Negrete, productora de este trabajo fílmico, no ocultó su satisfacción por haber logrado la libertad de los tres implicados y aseguró que es un día de felicidad y justicia para ellos, ya que obtuvieron el amparo liso y llano para ser puestos inmediatamente fuera de la cárcel.

Esta es la segunda ocasión en que Layda y sus compañeros del crew cinematográfico logran cimbrar los cimientos del poder judicial evidenciando las injusticias que desgraciadamente son cosa común desde hace muchos años. “Presunto culpable”, fue su primer trabajo cinematográfico donde evidenció las arbitrariedades y la impunidad que llevaron a la cárcel Antonio Zúñiga, acusado de un homicidio que nunca cometió y también se logró un final feliz.

Roberto Hernández, fue el director de ambos trabajos y se congratuló de que el poder del cine pueda lograr despertar en la gente la conciencia de que el sistema penal mexicano todavía puede generar este tipo de injusticias, pero que deben de salir a la luz para evitar que inocentes estén en las cárceles por delitos que no cometieron y ponerlos en libertad inmediatamente.