Del Puño y Letra de “La chula” Prieto

Fue una estrella fugaz del cine mexicano que murió muy joven

Se le relacionó sentimentalmente con Germán Valdés Tin Tan

“La chula” Prieto fue una estrella fugaz del firmamento artístico mexicano que se apagó en el momento en que más brillaba. La joven actriz, de excepcional belleza y talento, se perfilaba para convertirse en otra diva del cine nacional cuando una hemorragia, provocada por una úlcera gástrica, acabó con su vida. Tenía sólo 31 años de edad y su futuro era por demás promisorio.

María del Carmen Prieto Salido, era el nombre completo y verdadero de esta atractiva artista surgida de un concurso de belleza que la puso en la mira de los productores películas que vieron en ella belleza y talento por lo que no dudaron en darle un papel protagónico a pesar de su inexperiencia en los sets cinematográficos.

“La chula” Prieto cumplía 18 años de edad cuando incursionó por primera vez en el cine en la película “Quinto patio” (1950), al lado del galán de la época, Emilio Tuero, de la primera actriz, Emilia Guiú, y de uno de los grandes villanos del cine mexicano: Carlos López Moctezuma.

Su debut no pudo ser más afortunado ya que por el éxito de la película los productores inmediatamente filmaron las secuelas con “Retorno al quinto patio” (1951), en la que “La chula” Prieto nuevamente hizo pareja con Emilio Tuero y esta vez se unieron al elenco Bárbara Gil, José Angel Espinosa “Ferrusquilla” y el otro gran villano del cine nacional, Rodolfo Acosta.

La respuesta en taquilla hizo que se filmara una tercera parte con “El dinero no es la vida” (1952), en la que los protagonistas nuevamente fueron “La chula” y Emilio Tuero ahora acompañados por Andrea Palma, José Baviera, Arturo Martínez y Alfredo Varela “Varelita”.

Las tres películas dieron fuerte impulso a la carrera de “La chula” Prieto quien rápidamente se colocó en el gusto del público y más cuando en 1951 compartió créditos con Pedro Infante y Lilia Prado en “Las mujeres de mi general” (1951), a la que le siguieron “Yo no fui novio de Rosita Alvírez” (1955) y “Esposas infieles” (1956).

La estrecha cercanía de “La chula” Prieto con  Miroslava, otra de las luminarias del cine nacional, dio pie a murmuraciones de que entre ellas había algo más que una simple amistad; la versión, sin embargo, se desvanecía por la gran cantidad de pretendientes y propuestas de matrimonio que recibía aunque nunca se conoció que hubiera estado casada.

De Germán Valdés, “Tin Tan, se decía que era su novio, porque se les vió muy “acurrucaditos” en la clausura de los juegos Olímpicos de 1948, en Londres, Inglaterra, pero nunca oficializaron su relación debido a que el famoso “pachuco” estaba casado.

Y con todo y su belleza y el éxito artístico, “La chula” Prieto tenía también su lado obscuro: el alcoholismo. Hay quienes atribuyen a este problema el que haya enfermado de úlcera gástrica, la cual le produjo la hemorragia que a la postre le costó la vida.

La última película en la que participó fue en “La rebelión de la sierra” (1958), en la que alternó con Antonio Aguilar y Flor Silvestre, dirigidos por Roberto Gavaldón.

Hoy en este espacio recordamos a “La chula” Prieto, una artista a quien la muerte sorprendió en el mejor momento de su carrera artística, justo cuando se perfilaba para  convertirse en otra diva del cine nacional.