Del Puño y Letra de Yolanda Varela

Se impuso a Ana Bertha Lepe como Reina de los Fotógrafos

Trabajó en los últimos filmes de Pedro Infante y Jorge Negrete

Con su simpatía y belleza, Yolanda Varela logró imponerse a Ana Bertha Lepe como Reina de los Fotógrafos, en un concurso que organizaba la televisión mexicana en la década de los años 40. Fue en ese escaparate en donde el director, Ismael Rodríguez, la vio y de inmediato le propuso uno de los principales personajes en la película “Dos tipos de cuidado”, alternando nada menos que con los máximos ídolos del cine mexicano: Jorge Negrete y Pedro Infante.

Antes, en 1946, la atractiva jovencita, de sólo 16 años, había hecho su debut en el cine mexicano en un discreto papel en la película “Recuerdos de mi valle”, con la cual no logró trascender hasta que el prestigiado cineasta, Ismael Rodríguez, descubridor de Pedro Infante, entre otras estrellas, le dio su primer estelar en “Dos tipos de cuidado” (1953), la cual además de éxito la hizo muy popular entre el público.

A partir de este filme, que alcanzó un éxito inusitado, a Yolanda Varela le llovían ofertas de trabajo de productores que prácticamente se peleaban por contar con ella en sus proyectos cinematográficos. La demanda era tan grande que no paraba de trabajar ya que llegó a filmar hasta cinco películas al año como fueron los casos de “El 7 leguas”, “Fuerza de los humildes”, “La sombra de Cruz Diablo”, “Al diablo las mujeres” y “Lo que le pasó a Sansón”, realizadas en 1955.

Fue ese año de 1955, durante el rodaje de “Lo que le pasó a Sansón”, en la que alternó con Germán Valdés Tin Tan, que conoció al empresario y productor de cine, Fernando de Fuentes Reyes, con quien contrajo matrimonio cinco años después, en 1960, y con quien procreó cuatro hijos: Yolanda, Gabriela, Fernanda y Fernando, éste último, por cierto, continuó con la tradición familiar en el cine iniciada por su abuelo, Fernando de Fuentes Carrau, y que siguió su padre, al fundar Anima Estudios, una de las más importantes empresas a nivel mundial en la producción de películas animadas y de series para televisión y plataformas digitales.

En cuanto a Yolanda Varela, ésta realizó una carrera cinematográfica exitosa ya que alternó con las más importantes figuras del cine mexicano de la época de oro, entre ellos: Arturo de Córdova, Jorge Mistral, Roberto Cañedo, Luis Aguilar, José Elías Moreno, Carlos Orellana, Adalberto Martínez “Resortes”, Antonio Espino “Clavillazo”, Silvia Derbez, Carmelita González, Columba Domínguez, Queta Lavat, Martha Mijares, María Víctoria y, por supuesto, Pedro Infante y Jorge Negrete.

A esta talentosa actriz, le tocó trabajar en las últimas películas en que las que participaron los dos ídolos de México. En “Dos tipos de cuidado” (1953), Yolanda hizo el personaje de “María”, la hermana de Jorge Negrete y fue el último filme en el que participó “El charro cantor”, quien poco tiempo después murió en Los Ángeles, California. En el caso de Pedro Infante, Yolanda Varela actuó con él en la cinta “Escuela de rateros», que a la postre fue la última que filmó Pedro pues tiempo después murió en un trágico accidente aéreo.

A raíz de su boda, en 1960, la actriz hizo una pausa en su carrera y fue hasta 1965 en que convencida por Ismael Rodríguez regresó al cine para protagonizar la coproducción  México- España “El niño y el muro”, una cinta de gran trascendencia internacional que se filmó en Berlín, Alemania, y ganó varios premios internacionales.

A pesar del gran éxito de la película, en la que estuvo acompañada de los infantes, el mexicano Juliancito Bravo y el español, Nino del Arco, Yolanda Varela se retiró de la actividad artística y sólo regresó para trabajar  en los filmes “Departamento de soltero” (1971), con Mauricio Garcés, que en este momento estaba en la cima del éxito, y para hacer una participación especial en “Diana, René y El Tibiri” (1988).

La muerte de su esposo, Fernando de Fuentes Reyes, en 1991, marcó su retiro definitivo de los escenarios. Hoy en este espacio recordamos a esta gran figura de la época de oro con el texto que de su Puño y Letra escribió para PECIME en el año de 1966: