“El Cóndor y El Águila”, documental que retrata la defensa transcontinental del agua y la tierra

Tras su estreno en el festival de Cine de Woodstock, en el estado de Nueva York, este mes de julio se hizo el lanzamiento en latinoamérica de “El Cóndor y El Águila”, documental que retrata el saqueo y la explotación de nuestros territorios desde la mirada de cuatro mujeres indígenas, una de ellas mexicana, en una aventura transcontinental, que abarca desde los bosques boreales canadienses hasta el corazón de la selva amazónica.

“Cuando el águila del norte y el cóndor del sur vuelen juntos, los pueblos indígenas unirán a la familia humana”, dice la profecía andina que Sophie y Clement Guerra, sus realizadores, tomaron para el documental que recorre las arenas de alquitrán de Alberta, Canadá, los campos petroleros de Texas y la Amazonía ecuatoriana, para integrarlos en una historia de solidaridad entre estas mujeres para proteger la tierra y el agua.

Los documentalistas Clement y Sophie Guerra

Esta aventura intercontinental, explora el significado de la profecía en el contexto industrial moderno, para mostrar cómo comienza a materializarse con el soporte de la lucha colectiva de los pueblos indígenas de América del Norte y del Sur por la preservación de sus comunidades y la defensa de la Tierra.

Hugo Sierra, coordinador del Capítulo 350 en Guadalajara, uno de los espacios que organizaron el lanzamiento del material fílmico, junto con Voces de América y Proyecto Esperanza, explicó que tomaron la decisión de llevarlo al cine “porque estamos convencidos que la lucha clima y por la conservación de la tierra, es un asunto de justicia y debemos comenzar a reivindicar el enorme esfuerzo, trabajo y sacrificio que han hecho y siguen realizando las mujeres activistas de todo nuestro continente”.

Además, Sierra entiende que hay una relación entre las mujeres y la defensa de los territorios, en tanto la naturaleza representa una madre para nuestra especie. «La tierra es la que nos nutre y nos provee de lo que necesitamos para vivir. Nadie mejor que las mujeres comprenden eso, por ello son las primeras en reconocer la importancia de mantener intactos los territorios donde se establecen sus familias y comunidades”, afirma.

El trabajo del documentalista francés  Clement Guerra (productor, director y escritor) y su esposa Sophie, ofrece a través de «El Águila y el Cóndor» una visión de un renacimiento espiritual en desarrollo a medida que las protagonistas aprenden el largo legado de resistencia al colonialismo y su economía extractiva.

“La reciente quema del Amazonas, los mega incendios en Australia y las huelgas climáticas mundiales han cambiado las cosas por completo. Esta película de largo alcance, documenta el despertar colectivo del clima y el imperativo de un cambio urgente”, explicaron los realizadores, durante el estreno del documental que estuvo acompañado de una conversación con las cuatro mujeres indígenas, inspiradoras y protagonistas.

Entre ellas Yudith Azareth Nieto, nacida en México, quien creció en la comunidad sacrificada para la refinación de petróleo de Manchester en Houston, TX y Bertha Zúñiga Cáceres, activista social de Honduras de ascendencia lenca, hija de la líder social Berta Cáceres, asesinada en 2016.

Asimismo, Patricia Gualinca, quien jugó un papel importante en la lucha por los derechos indígenas protegiendo al pueblo Kichwa de la comunidad de Sarayaku de las violaciones de los derechos humanos resultantes de los proyectos de extracción de petróleo; Moira Millán y Weychafe Mapuche, una de las referentes del movimiento de recuperación de tierras ancestrales indígenas y del movimiento de mujeres indígenas.

Más que un documental, lo que Clement Guerra y su esposa Sophie querían hacer, era apoyar a diversas comunidades para que pudieran alzar sus voces. Antes de viajar, la pareja ya era consciente de cómo los países occidentales trataban al medio ambiente.

Clement Guerra

La pareja eligió Norteamérica porque llamó su atención lo que ocurría con los oleoductos del proyecto Keystone XL, que van desde Alberta, Canadá, a Nebraska, Estados Unidos. Al escuchar a los pobladores se dieron cuenta de que había una historia más grande que contar, y no les pareció mala idea comprar una cámara de cine y hacer una película.

https://www.imdb.com/video/vi4099391257?playlistId=nm9491795&ref_=nm_ov_vi

Filmado en 2019, el documental de 79 minutos está narrado a través de indígenas de diferentes partes de América (Estados Unidos, Canada, Ecuador y Perú). El director considera que la visión de los pueblos originarios ha guiado al movimiento ecologista en todo el mundo, por su sabiduría, porque brinda un complemento cultural a construir un movimiento social. Ellos son conscientes de que debe haber también un cambio cultural.

Dentro de sus planes está construir una plataforma que sirva a las comunidades afectadas para reportar sus problemas, por ellos y para ellos, para que a partir del contacto, estos líderes puedan empezar a colaborar entre sí y construir una red que será poderosa en el futuro.

TEXTO: PECIME

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